Cantando con el corazón: Arturo Chacón en el homenaje a José Alfredo Jiménez durante el Cervantino
El tenor Arturo Chacón se alista para ofrecer un programa especial en el Festival Internacional Cervantino, rindiendo homenaje al 50 aniversario del fallecimiento de José Alfredo Jiménez. Reflexiona sobre la plenitud de su voz en la actualidad; además, de aventurarse en diversos estilos musicales
Karina CoronaLas primeras notas que resonaron en la voz del tenor Arturo Chacón durante su infancia estuvieron impregnadas de la pasión por las rancheras, el mariachi, el repertorio de música mexicana, así como las creaciones de Martín Urieta y las composiciones de José Alfredo Jiménez.
Estas melodías, cuidadosamente cultivadas por sus tíos y familia, llenaban cada ocasión con su encanto único. Entre todas, destaca la pieza: “El jinete”, cuya letra en ese entonces escapaba a la comprensión de Arturo. Sin embargo, ahora, con la madurez como cómplice, esas letras cobran significado.
“A pesar de que las canté hace cinco, 10 años o 15 años, cada vez que las interpreto tienen un significado diferente y en este caso ahorita con ‘El jinete’ estoy descubriendo emociones muy bonitas”, expresa al tenor, quien se presentará en el Festival Internacional Cervantino con un programa especial en honor al 50 aniversario luctuoso de José Alfredo Jiménez.
En entrevista con Reporte Índigo, el tenor originario de Sonora, indica que interpretar repertorio ranchero es un privilegio que le otorga su trabajo. Para la velada del 18 de octubre tiene preparadas varias sorpresas que fueron curadas junto al pianista Roberto Berrocal.
Chacón reflexiona sobre la conexión única que José Alfredo Jiménez logró entre lo popular y lo clásico. Aunque algunos buscan establecer límites perceptibles entre lo clásico y lo popular, Arturo abraza la fusión de ambos estilos en su propia interpretación.
“A mucha gente le gusta hacer la distinción entre la música clásica y la música mexicana, José Alfredo Jiménez no sé cómo logró hacer esa conexión entre su poesía, experiencias y llegarle al corazón a tantos mexicanos y latinos.
“Mi intención es que no haya una línea perceptible, donde se divida lo clásico y lo popular. José Alfredo escribió y cantó canciones con el corazón en la mano y con sin voz entrenada clásicamente, pero en mi caso, aunque trate de evitarlo, sale lo clásico, pero igual me crié con el mariachi; cantaré con mi voz, pero con el sentimiento al 100 por ciento, donde la emoción mande sobre la técnica”, cuenta el tenor mexicano.
Por lo tanto, canciones como “Caminos de Guanajuato”, “Si nos dejan”, “La enorme distancia”, “Ella”, “La media vuelta”, “Amaneci en tus brazos”, “El Jinete”, y “El rey” sonarán en el Teatro Juárez con los arreglos del pianista clásico Roberto Berrocal.
El concierto se enriquecerá con un programa que va desde música del estilo napolitano, pasan por la zarzuela y llegan hasta la ópera del verismo y el bel canto. “La taberna del pueblo” de Pablo Sorozábal y la opereta “El país de las sonrisas” de Franz Lehá. Además, el pianista Berrocal tendrá un solo de la pieza “Nocturno” de Chopin.
Un viaje en plenitud
El tenor Arturo Chacón comparte su perspectiva actual como un viaje de carretera. Se siente como cuando sale de casa para un largo trayecto, con la ciudad quedando atrás y la periferia extendiéndose ante él. En este viaje, Chacón se encuentra actualmente en la mitad de la carretera, con la capacidad de acelerar gracias a la experiencia y la plenitud que ha alcanzado.
Con 20 años dedicados a la Orquesta de San Francisco, celebra un quinto de vida con la compañía. Se enorgullece de haber llegado con salud y éxito, manteniendo un equilibrio familiar y personal que lo llena de satisfacción. Compartir su música y sus interpretaciones con el público es un privilegio que valora profundamente.
“Me quedarán, 10 o 15 años de esto, después poco a poco bajaré la velocidad y seguiré dando clases. Una de mis visiones es compartir lo que he aprendido con las nuevas generaciones y poder llegar a mis años maduros enseñando en algún conservatorio o universidad.
“Me siento muy contento de haber llegado con salud, éxito y con equilibrio familiar, equilibrio personal en la carrera, no me puedo quejar. Estoy muy contento de compartir mi música que quiero tanto que, de cierta manera, con los años le he dado mi toque único, mi toque personal”, abunda Chacón.
En este momento de plenitud vocal, Chacón revela la generosidad de su voz, capaz de abordar desde roles ligeros hasta dramáticos con inteligencia y experiencia. Su carrera está marcada por más de cien funciones de obras maestras como “Rigoletto” y “La Traviata”, y espera continuar explorando papeles como Tosca, Trovador y Turandot.
“Mi voz está en un momento pleno, muy generoso en el que puedo cantar todo el repertorio, desde el más ligero hasta los papeles dramáticos; la inteligencia viene de la experiencia, la cual me permite abordar esos papeles con cautela, pero también con plenitud y mucha generosidad y así les pueda regalar al público un sentimiento especial”, subraya.
La enseñanza se ha vuelto una pasión para Chacón, quien ha compartido su experiencia con jóvenes cantantes en Miami y San Francisco. Además, durante la pandemia, ofreció más de 40 conciertos en línea, alcanzando a más de cuatro millones de espectadores, reafirmando su amor por la música y su aprecio por cada oportunidad de cantar.
“Ahora estoy haciendo otros papeles y compartiendo el calendario con otras cosas. Los maestros Pavarotti, Ramón Vargas y Plácido Domingo dicen que El duque de Mantua es un papel que lo tienes que cantar hasta que ya no puedas, lo seguiré haciendo, decirle adiós será muy difícil. Es como el ejercicio, es un papel que si lo dejas de cantar, baja tu calidad. Me impulsaré para abordarlo de manera inteligente”, comenta.
Chacón, lejos de encerrarse en un solo género, explora diversos estilos e idiomas en su música. La diversidad musical le ha enseñado valiosas lecciones, y continúa creciendo y compartiendo su arte con el mundo. Además, revela emocionantes proyectos musicales, incluyendo canciones de Elvis Presley y la próxima interpretación de “What a Wonderful World”.
“Cada papel es una oportunidad; cantar es un privilegio y es un regalo con el que reafirmo mi amor por la música”, concluye el tenor Arturo Chacón.