Debido a la vertiginosa construcción de infraestructura en la actualidad, una avalancha de carreteras está poniendo en riesgo las áreas naturales que quedan en el mundo, advierten científicos citados por The Guardian.
Y es que no es precisamente la construcción de nuevas presas, minas, pozos petroleros y ciudades la que presenta el peligro, sino las vías mismas.
Según destaca un estudio realizado por investigadores de la Universidad de James Cook, en Australia, las carreteras dan acceso a áreas vírgenes a cazadores, taladores y especuladores de tierras.
En el estudio, los científicos afirman que el impacto de las mega obras es “casi trivial” comparado con los daños que causan los caminos que se construyen para conectarlas.
“Se está incrementando enormemente la accesibilidad física de hábitats a cazadores furtivos, a taladores ilegales, a especuladores de tierras, a co lonizadores ilegales”, advirtió el profesor Bill Laurance, autor de la investigación.
Laurance señaló que el daño causado por las consecuencias indirectas de la construcción de carreteras rara vez es tomado en cuenta en los procesos de evaluación ambiental.
“A donde sea que uno mire la escala de lo que está ocurriendo es verdaderamente asombrosa y aterradora”, exclamó.