Hace un año, les recomendé cinco películas de terror para maratonear durante Halloween. Y varios me recomendaron sus cintas favoritas de este género en los comentarios. Entre ellas, y la que más me gustó por su historia palpitante, estaba Calibre (2018) del cineasta y guionista Matt Palmer, producida por la plataforma de entretenimiento streaming, Netflix.
Netflix ha producido varias películas de terror y suspenso que han sido muy bien recibidas por el público. Por ejemplo, Birdbox, El Apóstol, En la hierba alta, Fractura, entre otras. Sin embargo, Calibre es una de esas cintas que pocos conocen pero que por su calidad no debe descartarse.
El largometraje que oscila entre el terror y el suspenso fue filmado en Escocia después de nueve años de planeación. Hasta noviembre de 2016 comenzaron las grabaciones y en 2018 se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Edimburgo donde fue ampliamente reconocido. Aunque su estreno pasó desapercibido en el catálogo de Netflix.
¿DE QUÉ VA?:
Vaughn y Marcus, que han sido amigos desde la infancia, viajan a un área remota de las Tierras Altas de Escocia para cazar. Esto será una experiencia que pondrá a prueba su entereza y amistad.
LO BUENO: SENCILLA PERO TREPIDANTE
Irónicamente, y a veces, las grandes películas de terror destacan por la sencillez de su propuesta. Por ejemplo, la trama de ‘Halloween’ (1978) de John Carpenter fue escrita en menos de dos páginas. Y es uno de los referentes del cine de terror.
Calibre no cuenta con una historia compleja, sino que a partir de una serie de acontecimientos realmente comunes plantea una situación que se complica hasta llegar a un estado terrorífico.
El guion de Calibre no apuesta por personajes complicados. Aunque sí propone circunstancias que inevitablemente nos involucran en la historia para quebrarnos la cabeza, pero sobretodo los nervios.
De hecho, la película de Matt Palmer es un proyecto fresco que no desea la pretensión. Comienza como una clásica historia de amistad que pronto inserta empatía ante el público, lo que representa un buen efecto inicial en todo largometraje.
Conforme los minutos avanzan, y los personajes se ven involucrados en condiciones propias de una película de Alfred Hitchcock, el interés del público se acentúa y es ahí donde la sensación de terror se intensifica.
Por esa razón es que Calibre me fascinó. Porque viaja argumentalmente de lo sencillo a lo trepidante para, de ese modo, impregnar estrés, desesperación y ansiedad en los espectadores.
No se trata de la típica historia del asesino en serie. Tampoco hay seres sobrenaturales. Calibre es la introspección del terror que se origina en la culpa humana, esa que eriza la piel y apura las palpitaciones.
Para este Halloween, y para quienes cuentan con Netflix, no puedo dejar de recomendar Calibre. Es una película que nos sitúa en una experiencia que cruza el terreno del terror para sofocarnos con el horror de la culpa y la realidad.
LO MALO: COINCIDENCIAS TRÁGICAS
Lo único que puedo reprochar a Matt Palmer por Calibre son las muchas coincidencias trágicas que se presentan a lo largo de la cinta. Pero bueno, como decía mi papá: es una película, todo puede suceder…
*Recomendación: 4.5 estrellas de 5. Una película sin desperdicio para esta época de terror
*Plataforma: Netflix
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Lee: Cinco excelentes películas de terror no tan conocidas para maratonear
¿Y si Mean Girls fuera una película de terror? ?? pic.twitter.com/lPlJzQnNoE
— Netflix Latinoamérica (@NetflixLAT) October 25, 2020