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Tenemos el privilegio de que esté nuestro esposo con nosotros”, dice en entrevista para Reporte Indigo Judith Barbosa, quien estuvo entre los asistentes de la nueva temporada del Campeonato Camaro Mustang Challenge 2015, que inició el domingo en el Autódromo Monterrey.
Barbosa y su esposo, Raúl Álvarez, forman parte de la comunidad de padres de familia de Ciudad de los Niños de Monterrey A.B.P, que fue el invitado de honor de “la casa de la velocidad” de Monterrey, en donde se reforzó ese valor que tanto promueve esta escuela, que cuenta con cuatro centros educativos con sede en Guadalupe y Topo Chico: la convivencia familiar.
“Soy taxista y me la paso manejando; y los domingos trabajo (…)”, comenta Álvarez, a la vez agradeciendo la oportunidad de vivir un domingo en el que “estamos todos juntos”, compartiendo el gusto por los autos. El mismo gusto que 10 años atrás llevó a Álvarez a acudir al Autódromo Monterrey con Barbosa, quien se encontraba embarazada de su primer bebé, aunque ambos ni enterados estaban, cuenta la pareja.
Adrenalina, velocidad, autos y motos, en medio de juegos inflables, música y encuentros entre niños y los pilotos no describe un domingo cualquiera, sino la excusa perfecta para romper con la rutina y compartir en familia experiencias que no todos los días –por no decir nunca– se tiene la oportunidad de gozar.
“Para ellos (sus hijos) es algo nuevo; son experiencias que ellos quieren vivir (…)”, expresa Javier Cáceres mientras, sentado en las gradas, esperaba con su familia el banderazo del arranque del campeonato, que contó con la participación de pilotos en las categorías Camaro Mustang Challenge (CMC), Ponys y prototipos CN4.
Su hija, Ángela Yizel, reconoce que desconocía lo que era el Autódromo. “Pensé que era algo de caballos o algo así” (risas). Y definitivamente sumaría esta nueva experiencia a su agenda dominical, en la que por lo general “voy a misa y me regreso a mi casa”, menciona.
Karime y Maideley, compañeras de Ciudad de los Niños, tampoco lo pensarían dos veces si tuvieran la oportunidad de estar nuevamente en las gradas del Autódromo Monterrey.
“Vinimos a pasear”, dice Karime, sin dejar de sonreír. “Normalmente estamos en casa”.
Aún no comenzaban las carreras y Gloria Rodríguez, madre de dos pequeños, ya expresaba su felicidad al ver “la emoción de los niños que ven pasar los autos a toda velocidad” por primera vez en un domingo familiar poco o nada común, pues “normalmente estamos en la casa, vamos a misa y regresamos a la casa; a lo mejor vamos al mandado”, explica.
Su esposo, Samuel Hernández, está convencido de la importancia de “traerlos a ellos (a sus hijos), que se distraigan, que vean otra cosa diferente y (visitar al Autódromo más seguido) si les va gustando (…)”.
Inspiración con adrenalina
Los pilotos tenían un propósito: inspirar a los niños a cumplir sus sueños. “Este día estamos corriendo por ellos”, expresa Iván Allande García, piloto de la categoría CMC.
Allande, arquitecto de profesión y con 10 años de experiencia en el mundo del automovilismo, subraya que “es bien importante que los niños puedan vivir estas experiencias, abrir su mundo y saber que existen más cosas”.
El piloto chihuahuense aclara que, con su participación en el evento deportivo, quería transmitir a los niños el mensaje de que “sigan su sueño”, en lugar de “aferrarnos a que corran autos” pues, advierte, el automovilismo “no es para todos”.
“Sin embargo el que trae la cosquillita (de ser piloto) lo tiene que lograr, así sea (que elija los) automóviles u otra profesión”. Como dice el dicho, “el que persevera, alcanza”.
Mientras que Rafael González Garza, quien compitió en la categoría prototipos CN4 –su segunda temporada–, coincide con Allande.
El piloto dice ser “un novato de la categoría”, y ve en su participación en el CMC 2015 una oportunidad para “inculcarles (a los niños) a que vean por el deporte, independientemente que sea el automovilismo o cualquier otro”, enfatiza. “El deporte es lo más sano para todos”.
“Entre más chico te involucres y entre más chico hagas lo que otros no quieren hacer, vas a estar en la posición correcta para que las cosas se te den”, asegura Allande.
José Daniel Gaxiola, quien participó en la CMC en su auto número 95, afirma que “no importa si lo que les gusta (a los niños) son las carreras, el futbol, el básquet, lo que les guste, siempre (hay que) tener un hobby, es muy bueno”.
La idea es que, desde pequeños, los niños hagan aquello que les guste hacer. Y si no han comenzado, “que lo traten de hacer a toda costa”.
Y a los pequeños que traen la “espinita” de ser corredores de autos, Alejandro Saldívar, piloto de la CMC en su auto número 84, les recomienda “que corran en la pista, no en la calle. Aquí (el Autódromo) es el lugar adecuado para hacerlo”.