La década de los 90 le perteneció a Café Tacvba, musicalmente hablando. Ninguna banda mexicana de rock –¿de rock?– había sido tan reconocida a nivel internacional. Para muestra, la casi inaudible participación vocal de David Byrne en el cover “No Controles”.
Con “Café Tacuba” (1992), “Re” (1994), “Avalancha de Éxitos” (1996) y “Revés/Yo Soy” (1999), esparcieron su talento durante toda una década, insertando canciones como “Ingrata” y “Cómo te extraño”, así como nuevas versiones de “Chilanga Banda” y “No Controles”, en el subconsciente colectivo nacional.
El camino de Café Tacvba en la siguiente década no fue fácil, pisaron el freno después de un periodo prolífico para apenas presentar un par de álbums: “Cuatro Caminos” (2003) y “SI/NO” (2007), más “Vale Callampa” (2002), un EP tributo a la banda chilena de Los Tres (que incluye la versión “Déjate Caer”, que se ha convertido en una parada obligatoria en sus conciertos, con su respectivo baile).
En el trayecto colaboraron para el soundtrack de dos enigmáticas películas mexicanas como “Amores Perros” (2000) y “Y Tu Mamá También” (2001), participaron en el álbum tributo a Los Tigres del Norte y exploraron nuevos caminos con proyectos personales.
Antes de seguir, una confesión pertinente: nunca entendí por qué tanto reconocimiento de los Grammy para “SI/NO”, el álbum es uno de los pocos que he borrado de mi computadora –y culpo al pseudo rap en “El Outsider” por ello.
Cinco años
Después de –o, mejor dicho, durante– “SI/NO” a Café Tacvba se le atravesó un aniversario importante: 20 años de carrera. Para celebrar, programaron una exhaustiva gira por todo México y Latinoamérica como consecuencia lógica. Si no los viste en vivo en esa época, quizá fue porque te escondiste debajo de una piedra… o tal vez porque aborreces al grupo.
En México –y seguro en otras partes también– tenemos una terrible costumbre de denostar gustos musicales ajenos. Internet se ha encargado de potenciar esa mala costumbre e incluso de darle un nombre: “trollear”.
Con la mano en la cintura decimos “es una mierda” lo que no nos gusta. La pasión que desata la música a veces podría compararse con la del futbol: protegemos a nuestros grupos favoritos como si se tratara de nuestro equipo y atacamos a los otros como si fueran rivales, al más puro estilo de una competencia deportiva… no tiene sentido.
En ese sentido, la posición tan visible que tiene Café Tacvba –para promocionar el nuevo álbum, la gira de medios incluyó a Adela Micha y Javier Poza– los coloca en esa “cancha” de idolatría y linchamiento.
Más allá de esto, “El Objeto Antes Llamado Disco” merece nuestra atención por tratarse de ESA banda y por la manera en que nacieron las canciones.
A propuesta de Rubén Albarrán, Café Tacvba grabó el disco en sesiones en vivo –con público presente, en silencio– por diferentes ciudades (Cd. de México, Buenos Aires, Los Ángeles y Santiago). Y a sugerencia de Gustavo Santaolalla, su productor de toda la vida, los 10 tracks si bien no suenan crudos, sí reflejan una fuerza distinta a la perfección que se pretende cuando se trata de sesiones en estudios de grabación.
Café Tacvba está de regreso. Si te da curiosidad saber a qué suena el nuevo álbum, aquí está un repaso track por track y la liga que te puede llevar a que escuches el álbum en línea.
¡Gracias por todos sus comentarios!, estamos muy emocionados de escucharlos hoy día que #ElObjetoAntesLlamadoDisco ve la luz por vez primera
— Café Tacvba (@cafetacvba) October 23, 2012
1- “Pájaros” (escrita por Meme). Una breve pero poderosa canción introductoria (apenas dura 2:22). Con una aguda voz, Rubén Albarrán –ahora “Zopilote”– canta sobre el sentido filosófico de la trascendencia y el ciclo de la vida: “Algunos se han marchado ya | algunos que ya vienen y otros seguimos acá”. Desde la primera canción, Café Tacvba deja en claro que la aventura con la batería ha terminado para reintroducir la caja de ritmos.
2- “Andamios” (escrita por Joselo). La línea de guitarra dicta el rumbo de la canción (que seguramente será un próximo sencillo), una moderna canción pop que plantea una temática nada plástica: podría ser interpretada como una canción de escapatoria. Al final, Rubén le abre el micrófono a Joselo para terminar con un cambio de ritmo y cantar: “Y si me salgo, ¿qué pasará? | ¿Habrá regreso a esta realidad | a este lado de lo real?”.
3- “De este lado del camino” (escrita por Meme, complementada por Rubén). El primer sencillo del álbum no deja muchas pistas como para ser etiquetada, aunque quizá sea una de las canciones más introspectivas de “El Objeto Antes Llamado Disco”. Ya había comentado en este espacio que suena a una balada cósmica, una poderosa canción que lleva a la voz de Rubén Albarrán a zonas poco exploradas por el grupo (cuando canta “Me amo…”). ¿Una especie de corte de caja en la vida de Meme? Podría ser.
4- “Espuma” (escrita por Meme). La voz de Joselo queda perfecta para esta cuasi inocente canción de amor (y no necesariamente de pareja). Está acompañada de un sonido medio infantil de guitarra, así como de una letra que juega inteligentemente con elementos de la naturaleza: “Si me buscas, me podrás encontrar | en los hilos que teje la arena con la espuma del mar”. Es una bonita canción, punto, que termina así: “Pero si busco, estás aquí en mi corazón | dentro de esta canción | Aquí en mi corazón, dentro de esta canción…”.
5- “Olita del Altamar” (escrita por Meme). A mi gusto, la mejor canción del disco. Comienza como una tímida batucada programada, una especie de base moderna a la “Matador” de Los Fabulosos Cadillacs pero recreada con una caja de ritmos. Después, se incorpora una guitarra rítmica al estilo veracruzano y unos riffs al más puro estilo de la cumbia psicodélica peruana y el huayno (véase “Delito” de Alicia Delgado, la estrella peruana brutalmente asesinada el mismo día que murió Michael Jackson). La canción finalmente despega para convertirse en la propuesta más arriesgada del álbum, un moderno repaso del folclore andino a propósito o sin querer. El grito de Albarrán en el 2:49 y sobre todo en el 3:09, delata esta influencia. ¿”Ay olita del altamar” se convertirá en el nuevo “me quiere, no me quiere” de la margarita deshojada? Tal vez.
6- “Aprovéchate” (escrita por Joselo). Si “Olita del Altamar” fue un repaso moderno de la combinación de cumbia peruana y batucada, aquí no puedo pensar un mejor ejemplo que una especie de combinación de la precisión de Spoon y la melancolía de Los Ángeles Negros. La voz de Meme asoma influencias del chileno Germaín de la Fuente en la parte que canta “Aprovéchate de mi, de que estoy enamorado | Aprovéchate que al fin me encontraste por ahí”.
7- “Zopilotes” (escrita por Joselo). Este es un cuento hecho canción, narrado por la icónica voz de Rubén Albarrán, quien adquiere para este álbum la personalidad de “Zopilote”. La capacidad de Café Tacvba por contar historias queda demostrado en este track, una imaginación que parece no tener fin (mientras escribo, varios zopilotes revolotean un gran ventanal desde un piso 30, en serio).
8- “Yo Busco” (escrita por Joselo). El bajo es protagonista en el octavo track del álbum. Un aire de disco comienza a ser apagado por la incorporación de la distorsión de una guitarra, pero reaparece de nuevo en el coro y no abandona la canción. “Yo Busco” es, junto a “Olita del Altamar” y “Tan Mal”, la canción más movida del álbum. “Vamos todos buscando algo a tientas, lo que no se ve | Antes de religión ya estabas tú ya estaba yo…”, la letra refleja incertidumbre, la búsqueda de la verdad y quizá el significado de la vida.
9- “Tan Mal” (escrita por Meme). Esta es una de las canciones más rockeras del álbum, además es la segunda de menor duración –lo que la hace más ágil– (2:52). La caja de ritmos funciona muy bien en “Tan Mal”, el ritmo perfecto para acompañar a una canción que habla de un inevitable rompimiento. “No me digas que acabaron tan mal | No me digas que se puso tan denso | Ya te había pasado y a veces pienso | que disfrutas cuando ves el final”.
10- “Volcán” (escrita por Meme, complementada por Rubén). El juego y el uso de palabras llegan a su mejor momento para el cierre del álbum. Una canción que puede ser interpretada como un llanto para la madre naturaleza, pero también como de un difícil rompimiento, con arrepentimiento incluido. “Mira que sin querer yo te he lastimado queriéndote | Mira que tú me has dado todo, todo y así pagué”.
Primer Sencillo
Y primer video
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