Beber más de cuatro tazas de café al día reduce el riesgo en un 20 por ciento de desarrollar melanoma, el tipo de cáncer de piel más mortífero, y cuya incidencia ha aumentado en todo el mundo.
Esto gracias a que cada vez son más las personas expuestas a radiación ultravioleta natural y artificial –camas de bronceado–.
Este fue el hallazgo de una investigación realizada por Erikka Loftfield, de la División de Epidemiología del Cáncer y Genética del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, para “determinar si existe una asociación entre el consumo de café y el riesgo de melanoma cutáneo”, reporta un comunicado.
Para llegar a estos resultados, los investigadores partieron de información de la dieta y salud de más de 447 mil personas –blancos no hispanos– de entre 50 y 71 años que participaron en un estudio de los Institutos Nacionales de Salud.
Los participantes, a quienes se les hizo un seguimiento en un promedio de 10 años, no tenían cáncer al inicio del estudio.
Los científicos consideraron factores como la exposición a la radiación ultravioleta, el índice de masa corporal, edad, sexo, actividad física, consumo de alcohol y antecedentes de consumo de tabaco.
Se encontró que entre mayor era la cantidad de café bebida, menor era el riesgo de desarrollar melanoma, con excepción del café descafeinado y el melanoma in situ, cáncer de piel tipo melanoma en el que el tumor solo permanece en la capa más externa de la piel.
En los compuestos del café, como la cafeína y los polifenoles, y el proceso de tostado de los granos de café podría estar una explicación sobre el papel protector de la cafeína en el daño cancerígeno ocasionado por la radiación ultravioleta.
Los investigadores aclararon que los resultados son preliminares y que pueden no ser aplicables para otras poblaciones, por lo que se requiere realizar mayor investigación sobre el consumo de café.
Pero recomiendan que “debido a su alta carga de morbilidad, las modificaciones del estilo de vida con incluso efectos protectores modestos pueden tener un impacto significativo sobre la morbilidad del melanoma”.
Loftfield precisó a The New York Times que los resultados “no sugieren que cualquier persona deba cambiar sus preferencias de consumo de café. Lo más importante que una persona puede hacer para reducir el riesgo es disminuir su exposición al sol y a la luz ultravioleta”.