El lobo mexicano gris (Canis lupus baileyi) es solo una de los cientos de especies que están en peligro de extinción en el país, donde solo quedan 83 ejemplares en la vida silvestre, y alrededor de 250 en cautiverio.
Estas son solo algunas de las especies nativas que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus en inglés) clasifica en la categoría Peligro Crítico de Extinción, es decir, que están enfrentando un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre.
Ajolote mexicano
(Ambystoma mexicanum): según la IUCN, una de las mayores amenazas a la supervivencia de estos anfibios es la desecación y contaminación del sistema de canales y lagos de Xochimilco y Chalco, en respuesta a la urbanización y el consumo tradicional de la especie por la población local. En abril, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunció la liberación de 500 ejemplares en el Lago de Conservación de Flora y Fauna en Xochimilco.
Vaquita marina o cochito
(Phocoena sinus): la población del cetáceo más pequeño del mundo, originario de Alto Golfo de California, sufre un declive continuo a causa de su principal amenaza: las redes de malla utilizadas para la captura del pez totoaba y camarones, así como la caza furtiva. El año pasado, se contaron solo 97 ejemplares de estos animales acuáticos en el Golfo de California.
Coqueta de Atoyac
(Lophornis brachylophus): distribuida en la Sierra de Atoyac de Álvarez, en el estado de Guerrero, en bosques de encino, pino-encino y bosque nublados, la IUCN estima que la población de esta especie de colibrí está entre 250 a 999 ejemplares maduros, y va en descenso a causa de la tala para cultivos de maíz, café y fruta. Por ello está en la lista roja de la IUCN.