¿Qué harías tu si supieras que un empresario –o cualquier hombre– comete delitos de acoso y abuso sexual como Harvey Weinstein? ¿Denunciarías a tu jefe para ayudar a una víctima de estos acontecimientos?
La situación es difícil y así como no se puede –o debe– juzgar el hecho de que muchas víctimas –dentro y fuera de la farándula– callan durante años y no denuncian de quienes fueron víctima, de la misma manera no se puede señalar y hasta acusar –u ofender– a personas que inclusive quieren sumarse a la causa para solidarizarse con las afectadas y para evitar que se sigan realizando este tipo de acciones que atentan inclusive contra los derechos humanos.
Meryl Streep apoyó la noción de que se lleve a cabo una protesta pacífica durante la próxima entrega de los Globos de Oro, el 7 de enero de 2018. El objetivo es manifestarse contra el acoso y la dinámica sencilla: vestirse de negro en la entrega de la presea considerada la antesala de los Oscares.
Actrices como Jessica Chastain y Emma Stone, al igual que Meryl, respaldaron la noción y ello fue duramente criticado por la intérprete Rose McGowan, quien acusó a Harvey Weinstein de violación y que es de las más involucradas en la lucha contra el acoso, el abuso y el machismo en Hollywood.
Por medio de un mensaje en Twitter (que después borró), McGowan dijo que “actrices como Meryl Streep que felizmente trabajaron con ‘el cerdo monstruoso’ (en referencia a Weinstein) van a vestir de negro en los Globos de Oro como protesta silenciosa. Su silencio es el problema (…). Desprecio su hipocresía. Quizá deberían todas vestir Marchesa”, la cual fue una firma de moda que fundó Georgina Chapman, quien estuvo casada con Weinstein.
Aunque el mensaje publicado en el sitio de microblogging fue eliminado por la propia Rose, sí alcanzó a causar controversia al grado de que Streep emitió un extenso comunicado en el que expresó que “duele ser atacada por Rose McGowan en titulares, pero quiero hacerle saber que no conocía los crímenes de Weinstein, no en los años 90 cuando la atacó ni en las décadas posteriores cuando procedió a atacar a otras”.
Meryl, que está considerada de las mejores actrices de su generación y de la actualidad, agregó que no fue deliberadamente silenciosa y que “no lo sabía. No aprobé tácitamente la violación. No lo sabía. No me gusta que las mujeres jóvenes sean agredidas. No sabía que esto estaba sucediendo”.
De hecho, Meryl dijo que se sentó todo el día junto al teléfono “con la esperanza de poder expresarle mi profundo respeto a ella y a todas las demás que han demostrado valentía exponiendo a ese monstruo, y también mi solidaridad por el dolor que sufre (…) esperaba que me llamara. No lo hizo, pero espero que lea esto. Lamento de verdad que me vea como una adversaria porque estamos ambas, juntas con todas las mujeres de nuestro negocio, desafiando el mismo e implacable enemigo: el status quo que ansía volver a los malos y viejos tiempos en los que las mujeres eran usadas, abusadas y se les negaba entrar en los niveles altos y de toma de decisiones de la industria”.
Sigue el huracán
El caso de Harvey Weinstein destapó la cloaca de acosadores y abusadores sexuales en Hollywood y además de haberse convertido en un escándalo sexual, dio pie a que la opinión pública exija que se erradiquen los casos de los delitos mencionados y que, a su vez, se termine la discriminación hacia la mujer en el mundo del entretenimiento (así como fuera del mismo).
Este caso –y el resto de los que han salido a la luz– también fomentaron la creación de iniciativas como #MeToo, las cuales pueden ayudar para que mujeres dentro y fuera del entretenimiento tengan seguridad y garantía de que se acabará la impunidad hacia acosadores y abusadores sexuales.
Hasta la revista Time eligió como Personaje del Año a todas las mujeres que rompieron el silencio y denunciaron de las atrocidades de las que han sido víctimas.
Habrá que esperar que además de la protesta pacífica en los Globos de Oro y de decisiones como la de los SAG Awards de tener conductoras y presentadores de premios exclusivamente femeninas se genere un cambio para lograr la equidad de género y se traduzca en una revolución para la sociedad a nivel global.