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La Compañía Nacional de Danza tiene muchas metas por cumplir. A menos de un mes de que la Secretaría de Cultura nombrara a la bailarina Elisa Carrillo y al director artístico Cuauhtémoc Nájera Ruiz como directores de dicha institución, el mayor reto para ambos es poner el nombre de México en alto.
“Vamos a juntar esfuerzos, con toda la experiencia que él tiene y con la que yo tengo en el extranjero, haremos un equipo de trabajo. Tenemos como meta poner el nombre de la Compañía a muy alto nivel y de esta manera promover el ballet en nuestro país (…) En lo particular, quiero que México tenga un renombre en el mundo de la danza”, aseguró la bailarina.
Respecto a la labor que compartirá con Nájera, excoordinador Nacional de Danza, Carrillo agregó que aunque tratará de estar el mayor tiempo posible en México, colaborará con el maestro desde Alemania, donde trabaja para el Staatsballett de Berlín.
La tarea de la mexicana, quien resaltó que no será una funcionaria, será trabajar en la parte artística, con el diseño de la Compañía y con la búsqueda de profesores, servicio que será profesional codependiente.
“Voy a tratar de venir lo más que me permita mi agenda, y también estar en contacto con los bailarines, pero realmente lo que yo voy a hacer se va a poder llevar a cabo desde el extranjero; y no es la primera vez (que hay codirección en una asociación de danza), existen varios casos, como en la compañía donde yo estoy, también hay en Roma y en algunos lugares de Rusia. Esto no es nada nuevo”, destacó la bailarina.
Elisa Carrillo, quien desde 2011 colabora en una de las compañías más importantes de Europa, aún no está enterada del sueldo que recibirá de manera personal ni ninguno de los que integran el equipo de la Compañía Nacional de Danza, así lo aseguró David Bear, artista escénico dedicado a la producción de espectáculos.
Sin embargo, la originaria de Texcoco confesó que el monto económico que le puedan llegar a brindar es lo de menos, pues su mayor prioridad como directora, al igual que la de Cuauhtémoc Nájera, será apoyar a los bailarines que quieren vivir del mundo del ballet.
“Yo tengo mi sueldo en Alemania, trabajo allá, tengo mis eventos y mis galas. Par mí, lo más importante es venir y colaborar. Lo que yo quiero es hacer cambios en la Compañía”, dijo.
Nájera, por su parte, comentó que ya tienen parte del programa de estudio que habrá en la institución, algunos nombres de los profesores que estarán dando clase, así como las presentaciones que se realizarán en el Palacio de Bellas Artes.
El codirector de Danza explicó que antes de decidir el proyecto que se impartirá en la Compañía, estuvo reuniéndose con los bailarines, y le quedó claro que lo único y más importante que quieren es bailar más, demostrar sus habilidades tanto arriba como alrededor y abajo del escenario, en el área de producción, coreografía y música.
En ese sentido, Carrillo afirmó que, para ella, una de las cosas más importantes que debe haber en una Compañía es la comunicación de los bailarines con los profesores y los directores. “Es importante que tengamos una cercanía, porque eso permite que uno como artista se sienta protegido, queremos que sepan que el equipo de trabajo está ahí para apoyarlos”.
¿Qué le hace falta a México?
Para la bailarina, los jóvenes en México necesitan mucho apoyo, tanto de parte de otros artistas como del propio gobierno, específicamente en el aspecto económico, que es una de las herramientas que cualquier persona necesita si busca salir del país y abrirse camino en el extranjero.
Además, la intérprete de danza comentó que es importante tener unas buenas bases en el país, en referencia a los profesores de ballet, con el fin de que resalten lo mejor de cada estudiante.
Carrillo dijo que ella les enseñará todo lo que ha aprendido desde el extranjero, donde sabía perfectamente el esfuerzo que le ha costado llegar hasta donde está.
En compañía de su esposo, el también bailarín de ballet Mikhail Kaniskin, aseguró que una de las razones por las que en México no ha deslumbrado tanto la danza en comparación con otros países, es porque no es parte de su historia, y eso ha ocasionado que sus colegas decidan irse a probar oportunidad a otras partes del mundo.
“Sin embargo, creo que ahora estamos en un momento de poder regresarle algo al país, en mi caso eso es lo que quiero, compartir, ofrecerles todo lo que yo he estado aprendiendo y que todavía tengo por aprender”, destacó Elisa.
Ya que la carrera de los bailarines es relativamente corta, pues la mayoría deja de hacer presentaciones aproximadamente a los 42 años, Elisa Carrillo admitió que a ella le gustaría ser recordada en el arte que ejerce desde los ocho años como una mujer que siempre estuvo luchando porque la cultura en su país fueran importantes.
“Me gustaría que las personas sepan que yo siempre he estado luchando para que la gente le encuentre gusto a la danza, que estoy tratando de dar todo lo que se pueda para que sea algo reconocido en nuestro país”, finalizó.