El festival de cortometrajes LGBT+ CUŌRUM Morelia considera que se puede seguir realizando cine durante la pandemia.
Mientras gran parte de la industria fílmica se encuentra detenida, los festivales de cine siguen adelante de manera híbrida, entre lo presencial y lo virtual, pero lo que también está en un limbo absoluto es el aprendizaje que pueda haber en torno al oficio cinematográfico, sobre todo en aulas o espacios físicos.
Por ello, mientras que la pandemia continúa, CUŌRUM Morelia, festival de cortometrajes con temática LGBT+, insiste en sacar adelante una cátedra intensiva para quienes deseen producir documentales en este formato; su convocatoria va más allá de México, ya que se extiende al resto del Caribe y Centroamérica.
“Para nosotros es muy importante eso, este tipo de actividades de pronto se concentran en Ciudad de México, en Guadalajara, a lo mejor en Tijuana, que también ha cobrado mucha fuerza, pero nos parecía importante aprovechar que CUŌRUM Morelia ocurre en este espacio y que el encuentro de los y las cineastas de México, Centroamérica y el Caribe suceda en este espacio”, platica Bruno Santamaría, quien dirige la residencia organizada por esta muestra fílmica michoacana.
Del 1 al 9 de diciembre se tiene contemplado hacer esta reunión presencial en Morelia. La convocatoria cierra el 25 de septiembre y se darán a conocer a ocho personas que hayan cumplido los requisitos el 16 de octubre próximo
Cualquier persona mayor de 18 años puede aplicar a la convocatoria. Para los organizadores, una versión en línea está descartada.
“Todo esto es con los protocolos de seguridad, evidentemente si los semáforos no nos lo permiten, está pensado hacerlo más reducido si es que es posible y ojalá que no ocurra, pero posponerlo es algo que hemos estado evaluando”, describe el también cineasta y director de Margarita (2016).
El objetivo de este internado es que cualquier persona que desee generar cine documental sepa cómo iniciar su proyecto desde cero, explicándole cómo generar una carpeta de preproducción, hasta su realización y postproducción.
Quienes queden dentro de la convocatoria tendrán alojamiento, transporte y comidas cubiertas por CUŌRUM Morelia. Lo único necesario será cubrir los gastos para llegar a la capital de Michoacán en la fecha que transcurre el taller intensivo.
El premio es la experiencia
Cuando se aspira a estar en un taller o curso, y al haber sido seleccionado por parte de un comité, podría pensarse que además habrá algún incentivo económico o en especie para quienes resulten ser parte de esta residencia, pero Santamaría indica que aunque se debatió sobre si dar un premio o no, mejor se enfocaron en la experiencia de la educación para los futuros cineastas.
Precisamente, para evitar desviar la atención hacia una recompensa en especie o monetaria, es que se decidió que todos los proyectos que entren a la residencia serán tratados por igual, para lograr su desarrollo, pero sobre todo, para generar un sentido de pertenencia en una comunidad fílmica.
“Pertenecer a un grupo de gente que está pensando cine, eso es muy, pero muy, alentador, te hace tener confianza. Ese es el espíritu que queremos reproducir, más bien generar lazos, acompañarnos y ese es en realidad, no sé si el premio, pero el apapacho que queremos compartir”, subraya.
Locación, becas y pluralidad en CUŌRUM
Parte de este encuentro se llevará a cabo en el Centro Cultural Clavijero en el corazón de Morelia. Santamaría explica que además de los ocho invitados residentes habrá una persona dando tutoría personalizada por cada uno de los nuevos cineastas, lo que mantendrá el cupo con distancia y completa seguridad sanitaria.
“Habrá dos becas, el director cubano Jazz Vilá ofreció dos boletos de avión para poder venir a Ciudad de México (…) El único requisito es ser mayor de edad, puede aplicar alguien de 80 años, si quiere sería genial”, agrega.
Aunque CUŌRUM Morelia se distingue por ser un encuentro de la cultura LGBT+, Santamaría comenta que la residencia está abierta a cualquier tipo de cine documental que se pretenda hacer, sin tener que cubrir este requisito de manera forzosa.
“En los proyectos que estamos queriendo leer son abiertos, obviamente tienen que tener cierta sensibilidad, pero no necesariamente tienen que ser de temática LGBT+, no hay ningún costo, el único requisito es tener muy claro por qué uno quiere contar lo que quiere contar y por qué es importante contarlo”, puntualiza.