El gobierno federal quiere traer piezas prehispánicas que actualmente se encuentran en Europa. El año 2021 será una época conmemorativa para todo México, debido al Bicentenario de la consumación de la Independencia (1821), la fundación de las tres primeras villas de México-Tenochtitlán (1321) y la caída de dicha ciudad (1521).
El 30 de septiembre pasado, el presidente de la República aseguró en conferencia de prensa que se invitaría a pueblos y gobiernos del mundo a que se unan a esta conmemoración, algo que se empezó a materializar a inicios de este mes, cuando Beatriz Gutiérrez Müller visitó distintos países europeos.
La misión de la también historiadora ha sido pedirle a los gobiernos de Italia, Austria y el Vaticano piezas prehispánicas que simbolizan parte importante de la historia mexicana, como el Codex Fiorentino y el Codex Cospi, pertenecientes de la cultura azteca y que actualmente se encuentran en Italia, o el Códice Borgia, de la cultura mixteca, que conserva el Vaticano.
El objetivo será obtener ese préstamo por un año y exhibir las piezas prehispánicas a través de diversas exposiciones.
“El patrimonio cultural de la humanidad se comparte. Por eso es de todos, no es de un particular”, señaló Gutiérrez Müller, a través de redes sociales durante su visita a Viena este lunes.
Al respecto, el doctor Jorge Valtierra Zamudio, investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, comparte que estas piezas arqueológicas y de arte que se buscan traer al país representan la memoria material de una población; sin embargo, hay puntos que se deben considerar.
Para él, aunque con este hecho la intención del gobierno actual es no nada más realizar una exhibición, sino una representación para explicar y contar la historia desde otra perspectiva, será sumamente costoso traer esas piezas al país.
“Cuando yo estuve trabajando en la Escuela de Restauración, una de las cosas que vi de esa disciplina es que es sumamente costoso, pedir esto implica que el gobierno como tal tiene que sufragar todos los gastos que implica la conformación del proceso de transporte, de movilidad de las piezas, entonces ahí también habría que pensar en este tipo de cuestiones”, señala.
En entrevista, el doctor distingue que en momentos en los que se encuentra el país, con una política de austeridad, esta solicitud de préstamo a otros gobiernos podría llegar a ser muy polémica, sobre todo por el dinero que no se tiene y que se va a gastar en este tipo de cosas.
Por su parte, Carlos Lara, analista de la comunicación y la cultura, menciona que si se sabía que se realizaría una conmemoración como esta, el gobierno federal debió armar un diagnóstico previo, una justificación apropiada.
El año que quieres hacer esto le recortaste al INAH para investigación, para todo. Entonces me parece que no hubo una planeación adecuada y eso es lamentable
De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para 2021, al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se le darían 3 mil 820 millones de pesos, un presupuesto menor al de 2020, cuando se le dio 3 mil 918 millones.
Una reflexión académica sobre las piezas prehispánicas
Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que 2021 sería el Año de la Independencia y de la Grandeza de México, en septiembre pasado, aseguró que todo el gobierno participaría en las celebraciones, como serán las exposiciones con las piezas prestadas de diferentes países.
Sin embargo, de acuerdo con el doctor Jorge Valtierra Zamudio y el analista Carlos Lara, entre las actividades que se deberían llevar a cabo son, sin duda, charlas entre diferentes especialistas, algo que se realizó en el Centenario de la Revolución Mexicana, en 2010.
“Debemos conmemorar, decirle a la gente ‘esto ocurrió y fue así’. Hacer mesas. Si algo funcionó bien en el Bicentenario, que fue un desorden, pero si algo se hizo bien, fueron las mesas de expertos, las charlas, para eso tenemos al Colegio de México, a la UNAM, al INAH; invitar incluso a expertos internacionales a hablar del tema (…) Hacer una gran reflexión académica, no política, que tenga repercusión social”, añade Lara.
Coincidiendo con el analista, el doctor Valtierra Zamudio detalla que debería generarse un vínculo con profesionales en este tipo de disciplinas, como historiadores, arqueólogos y antropólogos sociales, con gente que se ha dedicado realmente al estudio de este tipo de eventos, “para no tener interpretaciones que caigan en lo que se pretende romper, que es la historia de héroes y villanos”.
Finalmente, ambos concuerdan en que en México hay instituciones de sobra y expertos de gran nivel para abordar las tres conmemoraciones de 2021, así como cientos de piezas valiosas en el INAH para montar las exposiciones que se buscan hacer con objetos ubicados en el extranjero.