Brindando con icebergs
Adaptarse o morir, ese parece ser el lema que aplican cada vez más sectores e industrias debido a que son azotados por el calentamiento global. Y la pesca de bacalao en Canadá no es la excepción.
En Saint John's, capital de la isla ártica de Newfoundland, ya no pescan y en lugar de redes utilizan máquinas para romper el hielo, el cual es llevado a barcos de destiladoras de vodka.
María Alesandra Pámanes
Adaptarse o morir, ese parece ser el lema que aplican cada vez más sectores e industrias debido a que son azotados por el calentamiento global. Y la pesca de bacalao en Canadá no es la excepción.
En Saint John’s, capital de la isla ártica de Newfoundland, ya no pescan y en lugar de redes utilizan máquinas para romper el hielo, el cual es llevado a barcos de destiladoras de vodka.
¿El objetivo? Utilizar esa agua –de iceberg– para fabricar vodka de lujo. Esta bebida es de las más exclusivas del mundo y los llamados “pescadores de icebergs” han hecho de esto un negocio lucrativo, todo a causa del cambio climático.
Esta agua es de las más puras del planeta, ya que el hielo acumulado en esos glaciares tiene más de 25 mil años, cuando la Tierra no estaba contaminada.
De hecho, la pureza de esta agua es 10 veces menos ácida que el agua embotellada que consumes para hidratarte.
Una sola tripulación de pescadores de iceberg puede recolectar hasta mil toneladas de hielo en un año. Es decir, aproximadamente un millón de millones de litros de agua. A las aguas de Newfoundland llegan entre tres y 600 icebergs cada primavera.
La nieve que se ha acumulado durante miles de millones de años se convierte en hielo compacto, el cual desemboca en el mar en trozos que alcanzan hasta 250 millones toneladas.