Una familia es una aventura arriesgada, porque cuando mayor es el amor, mayor es la pérdida... Esa es la disyuntiva. Pero me quedo con todo”
Con una amplia trayectoria en el mundo del celuloide, el actor Brad Pitt está en el ojo del huracán por su reciente anuncio de divorcio de Angelina Jolie, pero lejos de su mediática ruptura, Pitt cuenta con grandes éxitos de taquilla así como en su faceta de productor.
Plan B, la productora de Pitt prepara la cinta “Moonlight” y “The Lost City of Z” y está por estrenar “Allied” de Robert Zemeckis. También está pendiente la secuela de “World War Z”. Así que pronto veremos más de Pitt en pantalla.
William Bradley Pitt, de 52 años, nació un 18 de diciembre en Oklahoma. Es conocido como Brad
Pitt, uno de los hombres más atractivos del mundo hollywoodense.
Fue criado en el seno de una familia modesta en Springfield. Su padre era camionero y su madre maestra. Estudió Publicidad y Diseño gráfico, pero poco antes de graduarse dejó la escuela para convertirse en actor y en 1986 se mudó a Los Ángeles a probar suerte.
Pero los papeles que obtuvo fueron menores y para poder sobrevivir se desempeñó como chofer de limusinas, camarero, lavaplatos, guardia nocturno y hasta se vistió de “El Pollo Loco”.
De un divorcio a otro
Para el año 2000 se casó con la actriz Jennifer Aniston. Un matrimonio que duró cinco años. Luego de su divorcio se unió a Jolie.
Juntos, Jolie-Pitt, se convirtieron en una de las parejas más sólidas y filantrópicas de Hollywood hasta la semana pasada que la actriz solicitó el divorcio “por la salud de su familia”.
Símbolo sexual e ícono del cine
Los primeros papeles que Brad interpretó fueron en las series de TV “Dallas”, “Los problemas crecen”, así como “Treinta y tantos”. Su gran oportunidad llegó en 1991 con “Thelma & Louise”, filme en el que apareció unos 20 minutos. A partir de ese momento se convirtió en un sex symbol y un ícono del cine de los años 90.
Su carrera cinematográfica subió como la espuma. Fue chico Levi’s y los grandes papeles le llovieron del cielo.
Su primera nominación al Oscar llegó de la mano de “Doce monos” (1995), por su interpretación de un esquizofrénico.
