Botox de pies a cabeza
En Hollywood se tiene que ser “casi perfecto” físicamente.
No importa que tengas el cuerpo de envidia, con esos brazos perfectamente esculpidos y unas piernas que dejan boquiabiertos a los paparazzi.
Si el cutis no es de bebé, la sonrisa no es Colgate y el bronceado no es el mejor balanceado, el paquete de belleza está incompleto. Y más aún si hay arrugas en la piel.
Y no hablamos de las líneas de expresión del rostro que pueden desaparecer con botox, sino de las arrugas en la rodillas que, como las manos y el cuello, son voceras del envejecimiento.
Eugenia RodríguezEn Hollywood se tiene que ser “casi perfecto” físicamente.
No importa que tengas el cuerpo de envidia, con esos brazos perfectamente esculpidos y unas piernas que dejan boquiabiertos a los paparazzi.
Si el cutis no es de bebé, la sonrisa no es Colgate y el bronceado no es el mejor balanceado, el paquete de belleza está incompleto. Y más aún si hay arrugas en la piel.
Y no hablamos de las líneas de expresión del rostro que pueden desaparecer con botox, sino de las arrugas en la rodillas que, como las manos y el cuello, son voceras del envejecimiento.
En inglés se les ha bautizado como “kninkles”, cuya demanda de tratamiento está a la alza entre las actrices de la meca del cine y las esposas de los ejecutivos de la industria, según The Hollywood Reporter (THR).
Las rodillas de figuras públicas como Catherine Zeta-Jones, Cher y Sharon Stone han dado de qué hablar precisamente por cambios asociados con el envejecimiento, como la pérdida de elasticidad y firmeza –también provocada por daño solar–, incluida la apariencia “agrietada” conformada por arrugas y pliegues y los depósitos de grasa almacenada en estas articulaciones.
De acuerdo THR, se rumora que Demi Moore pagó un lifting de rodilla con valor de 8 mil dólares en 2012.
Estiradas, pero con cicatrices
La cirugía no necesariamente es la mejor opción para rejuvenecer las rodillas, al menos no para las pieles más jóvenes, pues a decir de cirujanos plásticos y dermatólogos, esta alternativa deja cicatrices que no pueden ocultarse. De hecho, se agrandan cada vez que se doblan dichas articulaciones.
En cambio, los tratamientos estrella para atacar las “kninkles” son los de radiofrecuencia y láser, que son mínimamente invasivos.
El dermatólogo Simon Ourian, del centro médico Epione Beverly Hills, recomienda tratamientos de radiofrecuencia que atacan los depósitos de grasa de las rodillas de la misma forma que lo hace una liposucción, con la diferencia de que el primer método no deja secuelas, y el tiempo de recuperación es breve.
Los costos oscilan entre 500 y 2 mil dólares.
En los casos donde las rodillas presentan cicatrices y decoloración, los expertos recomiendan, más que láseres, cremas blanqueadoras.
Pero no todo implica una visita al consultorio médico. Hay formas de eliminar la grasa de esta parte del cuerpo de forma natural, a través del ejercicio.
Los ejercicios de la entrenadora de celebridades Ashley Borden, por ejemplo, consisten en estirar los músculos de las piernas sobre un rodillo de goma espuma.
Mientras que Scott Barnes, maquillista de actrices como Jennifer Lopez y Kate Hudson, hace que las rodillas luzcan más delgadas y tapa cualquier cicatriz, vena, estría u otro detalle con corrector y loción bronceadora.