Llegó a la fama hace más de 20 años, su talento en la música y su carisma al entretener lo llevaron a ganar el segundo lugar en el reality show español Operación Triunfo. Cuando llegó de Almería a México ya era toda una estrella y acompañado de canciones vibrantes se posicionó en los tops latinos. Ahora, después de dos décadas de trayectoria, su carrera, su vida personal y sus intimidades mejor guardadas son expuestas en el documental Bisbal.
“Hemos preparado este documental con muchísimo cariño, presumiendo, ya saben, 20 años de carrera, donde Latinoamérica para mí ha sido un continente sumamente importante. Lo que he querido plasmar en este documental ha sido un pensamiento que desde niño, en Almería, he ido alimentando hasta llegar a ese primer intento en la adolescencia, que todo primer intento es un sueño y cómo hay que luchar para conseguir los sueños”, comentó David Bisbal previo a la proyección del documental en una función reservada en la Ciudad de México.
El documental está producido por Movistar plus, una plataforma de pago no disponible en México, pero muy popular en España. Este trabajo cinematográfico corre a cargo de Alexis Morante, cineasta español que ha encontrado carrera en dirigir productos de no ficción enfocados en la vida de músicos cómo Alejandro Sanz o Enrique Bunbury.
“Es cierto que estrenamos hace un par de días en España, pero queríamos estrenar aquí. Es una película que abarca toda la carrera de David, tanto en España como en Latinoamérica, y a la vez las historias locales. Aunque las historias de chavales que quieren alcanzar sus sueños son universales”, declara Morante al inicio de la proyección.
La película empieza con Bisbal, como un forajido solitario, cruzando el desierto de Tabernas. Un montaje de su infancia, los inicios de su carrera y un concierto masivo en Almería le siguen en pantalla, en él, la voz de David recuerda que sí es difícil llegar, lo es aún más mantenerse. Después, las letras de su nombre aparecen cubriendo toda la pantalla. El documental, como menciona su director, abarca toda la trayectoria del cantante y para hacerlo hace uso del concierto que presentó en su ciudad natal como celebración de sus décadas de carrera artística.
El corazón de la cinta
A pesar de que el documental se mueve en un constante ir y venir, de los días previos al concierto en el que el andaluz resumió en dos horas una carrera de dos décadas a las fechas que impactaron significativamente su vida, no solo es un recopilado de eventos. En los más de 90 minutos que dura la cinta se puede conocer al ídolo español con una cercanía nunca antes vista. 90 días antes de la presentación, David se encuentra en su casa de desayuno con sus hijos cuando una de las niñas le pregunta si podrán asistir al concierto, el cantante responde y con ese pequeño detalle muestra lo que es más importante para él, su familia.
La relación que tiene con su familia es el núcleo emocional de la cinta, si bien la carrera del artista ofrece momentos de tensión y entusiasmo, los mejor recibidos en la sala son aquellos donde la cercanía con el clan Bisbal se hace visible, como los que comparte con su hermano o los clips de diálogos que su mamá ofrece a cámara.
Si bien el trabajo es una celebración a la carrera de Bisbal, este no se aleja de los momentos difíciles de su trayectoria ni de su vida personal. El vértigo de ser lanzado a la fama, los altibajos de la música, los cuestionamientos que recibió por su origen en un programa musical, las críticas hechas por colegas, las dudas que lo acompañaban al inicio e incluso sus apariciones en tabloides, son parte fundamental de la pieza que lo celebra. El documental es, finalmente, una pieza retrospectiva, pero Bisbal lo dice muy claramente al concluir el testimonial: “Esto no es un final, sino un continuará”.