Bipolares sin saberlo

Se juega con el término “bipolar”, se reduce al hecho de pasar del enojo a la tristeza o la felicidad y se diagnostica de manera errónea en países como México, en donde se tiene poca conciencia sobre la salud mental y la prevención de trastornos que afecten la misma.

Y es que como dice la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es algo más que la ausencia de trastornos mentales, “está determinada por múltiples factores socioeconómicos, biológicos y medioambientales”.

Este organismo agrega que “existen estrategias e intervenciones intersectoriales eficaces y rentables de promoción, protección y restablecimiento de la salud mental”.

Esta enfermedad es un padecimiento psiquiátrico que se caracteriza por los cambios de los periodos de exaltación y vitalidad, combinados con disminución del estado de ánimo, conduciendo a la depresión.

De acuerdo a la Asociación Psiquiátrica Mexicana, hay 3 millones de personas con bipolaridad en México y para el país el reto radica en el diagnóstico oportuno.

Manuel Sánchez de Carmona, presidente de la Sociedad Internacional de Trastorno Bipolar, señala que “(la bipolaridad) es un padecimiento químico, hereditario; es muy común que en las familias que los presentan haya más miembros que los tengan”.

Carmona agrega que este padecimiento “no se debe a ninguna causa psicológica, se debe a una alteración química. El 40 por ciento de estos casos no se diagnostica porque el médico desconozca el padecimiento o están confundidos con otras cosas o debido a que en la mayor parte de los casos tardan hasta 10 años en hacer el diagnóstico”.

La bipolaridad es una de las 10 principales causas de discapacidad en el mundo, según la OMS.

Este padecimiento mental está asociado con el deterioro laboral significativo, las altas tasas de divorcio, abuso de sustancias como el alcohol y las drogas, así como con un mayor riesgo de suicidio, en uno de cada cinco personas diagnosticadas.

Actualmente, el objetivo de algunos tratamientos para la bipolaridad es hacer que los episodios de manía sean menos frecuentes e intensos, ayudar a que la persona se desempeñe bien y disfrute la vida en casa y con sus seres queridos, apoyar para la prevención de la autoagresión y el suicidio.

Uno de los grandes problemas para el diagnóstico y tratamiento oportunos, según la OMS, es la carencia de servicios médicos. Entre el 76 y el 85 por ciento de las personas con trastornos mentales en países de ingresos bajos y medios no recibe ningún tipo de afección. En los países desarrollados, el porcentaje es entre el 35 y el 50 por ciento.

Síntomas de este trastorno

Cuando la persona está pasando por el periodo de manía extrema, algunos síntomas que experimenta son:

>> Incremento de la energía y la actividad

>> Euforia y optimismo en extremo

>> Irritabilidad excesiva

>>Pensamientos que brincan al instante de una idea a otra

>> Poca capacidad de juicio y criterio

>>Aumento del deseo sexual

>> Conducta imprudente, provocativa, intrusiva o agresiva

>> Negar que algo está mal

 >> Gastos innecesarios

Factores de riesgo

Algunos de los factores que pueden desencadenar un episodio maníaco son:

>> Tomar medicinas antidepresivas o esteroides

>> Después de un parto

>> Padecer insomnio

>> Consumir drogas psicoactivas

Y lo opuesto

Y cuando atraviesa el periodo de depresión, puede pasar por:

>> Ansiedad, tristeza y sensación de vacío

>> Pesimismo, sentimientos de culpa y desesperanza

>> Pérdida de interés y satisfacción en actividades (incluido el sexo)

>> Decrecimiento de la energía y fatiga

>> Falta de concentración y problemas de memoria

>> Dormir en exceso o bien, dificultad para conciliar el sueño

>> Cambios en el apetito y el peso (aumento o pérdida)

>> Dolor crónico sin tener alguna afección