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Haz memoria y recuerda cuándo fue la última vez que uno de tus contactos -o tú mism@- publicó una canción, video, fotografía, ubicación o noticia en cualquiera de las redes sociales que usas.
Seguramente no te esforzaste mucho porque precisamente esa dinámica -el sharing o el compartir contenido- se ha convertido en una práctica común de los usuarios de Internet.
Compartimos lo que leemos, escuchamos, vemos o hacemos (y la lista de verbos se expande a lo que comemos, visitamos, compramos, etcétera). La mayoría lo hacemos a través de Facebook o Twitter, pero existen otras herramientas como Tumblr, Pinterest, Foursquare, Flickr, Instagram (adquirida hace unas semanas por Facebook en mil millones de dólares) o Google+, la carta fuerte de Google para entrar de lleno a competir con Facebook y Twitter.
Gracias a estas aplicaciones, los usuarios de Internet hemos hecho de nuestros gustos personales una experiencia social, y el efecto ha sido contagioso. Antes de la era de compartir, había que entrar a la intimidad de la recámara de tu mejor amigo para descubrir qué discos, libros o películas le gustaban, pero eso es cosa del pasado.
Los usuarios de las redes sociales hemos adoptado el hábito de hacer del conocimiento público nuestros gustos con un simple click. La fiebre por compartirlo todo -o casi todo- ha llegado a tal grado, que en los últimos años nos hemos dedicado, inconsciente o conscientemente, a construir una personalidad en línea, involucrando a nuestros amigos, seguidores y círculos. Lo hacemos -en parte- para difundir contenido de nuestro agrado, pero al hacerlo de manera rutinaria, estamos proyectando una imagen virtual con base en nuestros gustos.
Dinámica que, por cierto, se ha multiplicado exponencialmente gracias al sitio creado por Mark Zuckerberg. Tan solo en Facebook, se realizan al día más de 2.7 mil millones de likes y comentarios.
“Al analizar las maneras en que sus usuarios interactúan con casi todos los productos o servicios del planeta; al extraer todos esos likes, comentarios y shares (o recomendaciones); al darse cuenta cuándo empezamos y detenemos los videos que vemos y la música que escuchamos, y al tomar nota de dónde estamos y cuándo hacemos todo, Facebook está construyendo un repositorio sin igual del deseo humano”, afirma en el número 164 la revista FastCompany.
Pero el universo de cosas y/o acciones por compartir se reduce casi a lo inexistente cuando se trata del arte de museo. Es más común que aparezca en tus redes sociales el video más reciente de Katy Perry o una imagen de burla contra los candidatos presidenciales que un cuadro de Botticelli, Rembrandt o piezas de cerámica prehispánicas.
Eso está por cambiar. Una de las intenciones de Google Art Project es hacer del arte de museo una experiencia social en Internet.
ARTE A UN CLICK
La misión de Google es “organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil”. Parece una labor titánica, pero con iniciativas como Google Art Project la frase adquiere una justa dimensión.
Lo que se pretende con este proyecto es digitalizar todas las obras de arte de museo en el mundo, así como ofrecer recorridos virtuales con la tecnología que ya conocemos de Street View. Todos los museos y todas las obras, al alcance de tu pantalla.
El líder de este proyecto es Amit Sood, un desarrollador del área de marketing en Google que también había trabajado con el equipo de Android en Mountain View, California. Seguramente te estás preguntando ¿qué tiene que ver el área de marketing con el mundo del arte? Todo y nada.
Google Art Project nace de una de las políticas de empresa más exitosas e innovadoras en la actualidad: la filosofía del “20 por ciento”. Los trabajadores son motivados a dedicarle una quinta parte de su tiempo laboral (el 20 por ciento) al desarrollo de ideas y proyectos novedosos. La idea detrás de esto es motivar la innovación, pero también evitar la fuga de cerebros y proyectos.
Así, Amit Sood, un ingeniero con una ferviente pasión por el arte, decidió desarrollar la herramienta que le permitiera ir a cualquier museo del mundo y ver cualquier obra de arte desde su computadora. Y no solo eso, también integró la experiencia social al dar la opción de conectarse a través de Google+ para compartir obras y recorridos. Así como la tecnología nos ha permitido ser nuestro propio DJ -gracias a gadgets como el iPod- con la posibilidad de seleccionar la música que queremos, Google Art Project nos da la posibilidad de ser curadores de arte de nuestra propia galería virtual (que además puede ser compartida).
El proyecto está en su segunda fase de lanzamiento, con más de 150 museos involucrados y más de 30 mil obras digitalizadas. Además, gracias a la tecnología de gigapíxeles se puede obtener un zoom tan potente que pone al descubierto detalles de las obras que el ojo no puede registrar por sí solo.
A diferencia del “desorden” de imágenes que inundan sitios como Tumblr o Pinterest -y que incluyen diseños virales y memes-, Google Art Project pretende llevar las obras de arte al alcance de Google+, Facebook y Twitter.
MEXICANOS DE VANGUARDIA
En la segunda etapa del proyecto se agregaron 455 obras de arte de cuatro emblemáticos museos mexicanos: el Museo Nacional de Antropología e Historia que incluye a la Piedra del Sol digitalizada en resolución gigapíxel (mil millones de píxeles), el Museo Nacional de Arte (MUNAL) con 225 obras de arte mexicano del siglo 16 hasta el siglo 19, el Museo Dolores Olmedo y el Museo Casa Frida Kahlo con 82 obras en conjunto de 12 artistas, entre ellos Diego Rivera y Frida Kahlo.
MÁS INFORMACIÓN EN…
– Amit Sood en TED
Presentación interactiva de Google Art Project
– TATE BMW LIVE
El primer espacio para exhibir expresiones artísticas exclusivamente en streaming.