Dulce olvido
El consumo excesivo de bebidas azucaradas, entre ellas refrescos o jugos, afectan tanto al cerebro como a la memoria y no sólo son responsables de la epidemia de obesidad mundial y de las enfermedades asociadas a ella (como los problemas cardíacos), indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Fabiola Zurita
El consumo excesivo de bebidas azucaradas, entre ellas refrescos o jugos, afectan tanto al cerebro como a la memoria y no sólo son responsables de la epidemia de obesidad mundial y de las enfermedades asociadas a ella (como los problemas cardíacos), indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, un estudio que publican las revistas Alzheimer’s & Dementia y Stroke, y que llevaron a cabo investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston muestra que las personas que consumen frecuentemente bebidas azucaradas tienen una peor memoria y un menor volumen cerebral total e hipocampo más pequeño que las personas que no ingieren este tipo de bebidas o las consumen en muy pocas cantidades.
Y no sólo eso, las investigaciones también concluyeron que las personas que beben refrescos dietéticos —light o zero— presentan, frente a aquellos individuos que toman como máximo una de éstas bebidas a la semana, un riesgo cerca de tres veces superior de desarrollar la enfermedad de Alzheimer o de sufrir un ictus, detalla el portal abcsalud.es.
De acuerdo con el artículo publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia hay una asociación determinante entre beber más de un vaso de bebidas azucaradas y la atrofia cerebral, incluyendo el menor tamaño del cerebro y una peor memoria.
También las edulcoradas
Debido a que los análisis de los últimos años revelan que el exceso de azúcar sí es dañino para la salud, los productos light han ganado terreno. Sin embargo, éste tipo de alimentos también lo son, ya que se asocian a factores de riesgo cardiometabólicos, y aumentan las probabilidades de patologías cerebrovasculares y también con la demencia.
El Estudio de Salud de Framingham (FHS) fue realizado a 4 mil participantes mayores de 30 años, los cuales se sometieron a pruebas de imagen por resonancia magnética y a distintos tipos de test congnitivos.
Los autores de la investigación, liderados por el doctor Mathew P. Pase, siguieron a otros 2 mil 888 pacientes mayores de 44 años durante 10 años para analizar la relación entre el consumo de bebidas azucaradas y el ictus, y otros mil 484 participantes mayores a los 59 años para evaluar una posible asociación con la demencia.
Los resultados constataron que las personas que consumen productos light de forma más habitual son más proclives a ser diabéticos, lo que se cree que aumenta su riego de demencia, “incluso tras excluir a la población diabética del estudio, vimos que el consumo de este tipo de refrescos seguía asociándose al riesgo de demencia”, comenta el doctor Pase.
Según The New York Times los investigadores realizaron el estudio controlando otras condiciones como diabetes, presión arterial, colesterol, tabaquismo y muchas otras características de salud y conductuales.
El estudio
4,000
Personas mayores de 30 años formaron parte del primer estudio
2,888
Personas mayores de 44 años fueron analizadas por 10 años
1,484
Personas mayores de 59 años se evaluaron por el riesgo de demencia
Es mejor el agua
Rachel K. Johnson, expresidenta del Comité de Nutrición de la Asociación Americana del Corazón (AHA), detalló en un editorial de la revista Stroke que limitar los azúcares añadidos es una estrategia importante para una buena nutrición y un peso saludable y recomendó que, hasta que se sepa más al respecto, la población debería utilizar las bebidas artificialmente edulcoradas con precaución.
“Es cierto que pueden jugar un papel importante en el caso de las personas con diabetes o que tratan de perder algunos kilos, pero debemos alentar a la población en general a que beba agua, leche semidescremada o desnatada u otras bebidas sin edulcorantes añadidos”, agregó.
La experta recomienda beber dos litros de agua al día, como mínimo, para mantener en orden las funciones del organismo.
Cada vez más viejos
De acuerdo con un artículo publicado por el medio estadounidenseThe New York Times, la ingesta de bebidas azucaradas también acelera el proceso de envejecimiento cerebral.
“En comparación con quienes no las consumen, los que tomaban una o dos bebidas al día tuvieron una reducción del volumen cerebral equivalente a 1.6 años de envejecimiento normal, y menores puntuaciones de memoria que son similares a 5.8 años de envejecimiento”, detallan los investigadores del estudio.
Y destacan que aquellos individuos que consumieron más de dos de estas bebidas refrescantes o jugos endulzados tenían una disminución del volumen cerebral equivalente a dos años de envejecimiento normal y menores puntuaciones de memoria que equivalen a 11 años de envejecimiento.