Tomar un vaso diario de cerveza ayuda a prevenir infartos, controlar el colesterol y aportar antioxidantes, o eso fue lo que publicó la American Chemical Society hace unos meses.
Sin embargo, la buena noticia duró poco. En su última reunión, la sociedad científica reveló que a casi treinta años de que se descubriera un vínculo entre el consumo de alcohol y ciertas formas de cáncer, ya hay evidencias de que la sustancia es cancerígena.
ADN en riesgo
La cerveza no fue la única involucrada en la investigación, también el vino y los alcoholes duros.
Una de las sustancias que se forma cuando el cuerpo metaboliza el alcohol es el acetaldehído, sustancia muy parecida a otra llamada formaldehído, reconocida como cancerígena para el ser humano.Además, está comprobado que puede causar daños al ADN y provocar anomalías en los cultivos celulares.
Aunque esto aplica para todas las personas, el mismo estudio arrojó que la población de descendencia asiática es la que está en mayor riesgo.
“Es poco probable que la mayoría de las personas desarrollen cáncer por consumo social. Además, la mayoría de las personas tienen una enzima llamada alcohol deshidrogenasa, que convierte rápidamente el acetaldehído a acetato, una sustancia relativamente inofensiva”.
Todo con medida
En cambio, un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén, publicado por la misma sociedad científica hace un par de meses, comprobó que beber cerveza de forma moderada ayuda a prevenir infartos, reducir los niveles de colesterol y aumentar los antioxidantes en la sangre.
Litros por mexicano
La OCDE reportó que el consumo de alcohol en México aumentó 73 por ciento en los últimos 30 años.
El mismo estudio indica que México fue el tercer país de entre los que lo integran cuyo consumo aumentó más.
Brasil se llevó el primer lugar con 188 por ciento y China con 158 por ciento.
A nivel global, el promedio anual de alcohol consumido por persona ascendió a 9.1 litros. Sin embargo, en México el promedio es de 5.9, lo que coloca al país entre los de menor consumo en la OCDE.
