Por despecho, diversión, placer o hasta para distraerse, las razones por las que una mujer bebe alcohol pueden ser muchas.
Y entre las principales están la tensión y el estrés del día a día.
Sí, algunos de los perfiles de las mujeres que más tienden a inclinarse por la copa son los de aquellas que tienen grado universitario, trabajan una jornada completa y/o son madres primerizas, de acuerdo a los resultados de una encuesta de Gallup.
El grupo que comprende a este perfil oscila entre los 30 y 40 años.
De hecho, el porcentaje de madres que reconoció consumir alcohol frecuentemente aumentó de 21 a 30 por ciento durante la última década.
Esto también tiene relación con otro factor de la maternidad: la depresión posparto. Sobre todo si se trata de mujeres que combinan su faceta de madre con la de profesionista.
Para no caer en un problema severo de alcoholismo, los expertos recomiendan que las mujeres tengan un balance entre su vida personal y la profesional, y que las parejas las ayuden en las labores diarias, compartiendo roles y tareas cotidianas.
Tragos de inteligencia
Las mujeres que suelen tomar alcohol son más inteligentes, de acuerdo a otra investigación, elaborada en 2014 por la Escuela de Economía de Londres, para la que se reunieron los datos de 17 mil personas que nacieron en 1970.
Las mujeres que consumían alcohol con mayor frecuencia reportaron tener mayor rendimiento intelectual y educativo.
Los expertos que realizaron este estudio observaron que desde la infancia se puede predecir la intrínseca relación que hay entre la cantidad de alcohol que beben las mujeres y su nivel de inteligencia. Para llegar a esta conclusión, se percibió que las niñas con peores calificaciones habían sido menos propensas a beber alcohol durante la adultez.
Otro factor que influye es la vida social activa que llevan las mujeres con mayor rendimiento educativo y éxito profesional, pues al estar más presentes en su vocación, tendían a acudir a más lugares en los que bebían alcohol.
El estudio, que fue publicado en la revista científica Social Science and Medicine, señala que inclusive ahora la publicidad del vino está dirigida hacia el mercado femenino de la clase media y media-alta.