Cuando hace 10 años el actor Antón Araiza empezó a montar Bambis dientes de leche jamás imaginó que un monólogo con unos cuantos elementos escenográficos tendría tanto éxito y que llegaría a las 200 representaciones.
Este jueves, la obra que se centra en un personaje que recuerda diversos momentos de su infancia en el contexto del mundial de futbol de México 1986, ofrecerá en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris una función especial para celebrar una década de vida de este proyecto que sigue encantando a jóvenes que están en busca de una vocación, así como a padres y madres que les hace recordar alguna etapa de la relación con sus hijos.
La función de este 20 de abril tendrá lugar a las 20:30 horas en dicho teatro y develará una placa conmemorativa por su primera década de vida. Una función que recompensa la persistencia de Araiza y de la compañía Ocho metros cúbicos A.C. por buscar espacios y recursos para esta obra que se estrenó en diciembre de 2013 en el Foro El Bicho.
“Nunca imaginé cumplir 10 años, mucho menos con estos modelos de producción cada vez más austeros y faltos de presupuesto; es una obra que se ha hecho prácticamente porque soy un terco del teatro, porque he buscado espacios teatrales, convocatorias que lanzan las instituciones, a pesar de la pandemia también. Fue como una pirámide que se fue formando, función tras función, pero 200 representaciones se me hacían lejísimos, así que me siento feliz y satisfecho, y responsable del espacio donde lo vamos a presentar”, dice Araiza en entrevista con Reporte Índigo.
En busca de una vocación
La historia de Bambis dientes de leche relata algunas experiencias biográficas del actor y transcurre cuando la fiebre del futbol en 1986 invade a la sociedad mexicana entera y el personaje del monólogo está cumpliendo cinco años. A partir de allí, el montaje dirigido por David Jiménez Sánchez hace una revisión de los primeros años de vida del personaje, pasa por una reflexión sobre la influencia que puede tener la familia en las decisiones personales y el descubrimiento de una vocación.
Aunque originalmente el futbol fue un tema que se tomó como pretexto para desarrollar otras cuestiones, Araiza reconoce que ha sido el gancho para llamar la atención de los espectadores y, en una década de vida, la obra ha vivido al menos un par de mundiales, épocas en donde adquiere un interés especial.
“Yo lo usé de pretexto, no pensé que eso fuera un gancho, sobre todo porque escribí la obra desde un personaje al que no le gusta el futbol, y creía que había pocas personas en este país, pero conforme se ha ido presentando van saliendo del closet mujeres y hombres que dicen que tampoco les gusta. Sin embargo, este personaje vive el futbol, la familia que lo rodea es muy pambolera, la sociedad misma y no le queda otra más que experimentarlo, jugarlo, lo estudia y, desde la experiencia, dice que no es lo que le gusta y descubre parte de su vocación”, dice el actor egresado de Casa Azul Artes Escénicas Argos.
Otras fechas programadas
Después de la función de esta noche en el Teatro Esperanza Iris, Bambis dientes de leche ya tiene otras fechas programadas al interior de la República. Se presentará el 29 de abril en Huamantla, Tlaxcala; y el 4 y 5 de mayo en la Feria de San Marcos en Aguascalientes.
Antón Araiza asegura que la escenografía minimalista de la obra es lo que les ha permitido llevarla a diferentes escenarios, desde un teatro, pasando por un espacio en una feria, hasta las salas de casa o departamentos durante la pandemia. “Eso es lo que nos caracteriza, en mis montajes siempre busco que sean transportables y que pueda llegar al público de manera sencilla”, dice.