“Bajo el lirio”, el documental que revela que el agua es cómplice de la desaparición forzada en México

En cuanto a la desaparición forzada en México, el agua puede convertirse, en muchos casos, en un cómplice y testigo de ese delito pues funge como elemento de conservación en el que un cuerpo puede llegar a tener proceso de descomposición más lentos de los que se podrían encontrar en la tierra. El documental “Bajo el lirio” lo revela.

¿Qué es Bajo el lirio?

Se trata de una investigación periodística realizada por los periodistas Karla Magaña, Sandra García y Alejandro Mendoza, de Ruido en la Red, quienes exploran a profundidad el tema de la desaparición forzada en México y el papel del agua en la misma.

La investigación multiplataforma demuestra que la desaparición forzada ya no está sólo en la tierra porque el agua se convirtió en protagonista de desapariciones y en prueba fehaciente de la falta de información confiable por parte de las Fiscalías de la República al momento de sistematizar los datos sobre los hallazgos de cuerpos y osamentas en mantos acuáticos.

Por ejemplo, de acuerdo con este documental, Edgar Villalva fue asesinado por sus deudores cuando se encontraría con ellos para concretar un pago pendiente.

Sin embargo, lejos de celebrarse la cita para eliminar cualquier deuda, a Edgar lo asesinaron a tiros al interior de un taller mecánico para después meterlo en un tambo de metal, el cual rellenaron con cemento y después lo arrojaron a una laguna del Río Lerma, en Toluca.

El agua como testigo

El cuerpo de Edgar Villalva en el tambo con cemento estuvo durante 512 días en la laguna del Río Lerma, en Toluca, mientras que era parte de una estadística fantasmas de las personas desaparecidas en el agua.

El agua fungió como testigo de aquel crimen del que, por su tipificación como desaparición, se tienen pocos datos.

De hecho, Ruido en la Red solicitó información sobre los hallazgos de cuerpos u osamentas en sitios con agua que ocurrieron del 2006 al 2022.

Sólo 18 de los 32 estados de la República respondieron con datos. Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa y Tamaulipas entregaron datos desde 2006 hasta 2022 y siete de los estados restantes tienen datos desde antes del 2015 y los otros siete sólo después de este año.

En total, en toda la República se tiene el registro de 4 mil 963 cuerpos y 42 osamentas halladas en agua en 16 años, sin contar los hallazgos que pudieran tener los demás estados.

Los cuerpos de agua con mayor número de hallazgos son el Río Bravo (Tamaulipas), la Cañada del Lobo (San Luis Potosí), el río Nazas (Durango) y la presa Marte R. Gómez (Tamaulipas).

Dejar de buscar en tierra

En el caso de Edgar Villalva, fue la Comisión de Búsqueda del Estado de México la encargada de realizar el acompañamiento y las indagatorias; pero, en toda la investigación vino un momento clave: dejar de buscar en tierra para buscar en el agua.

Iniciaron fijando puntos en el mapa y acompañada de la familia, la Comisión de Búsqueda comenzó a explorar el agua. Para ello, tuvo que prescindir de la falta de apoyo de la Fiscalía y recurrir a instancias más grandes como la Comisión Nacional.

¿Cómo buscar en el agua?

Para buscar a una persona en cuerpos acuáticos ya no bastan las palas y los picos de los que se han apropiado decenas de madres buscadoras que sin protocolos ni herramientas deben echar mano de especialistas de distintas disciplinas para intentar de cualquier modo encontrar justicia: aprenden a leer el agua, a mirar en casi completa oscuridad, a vivir con el duelo que comienza donde termina el miedo.

Las familias deben hacer la búsqueda con lo que tienen a la mano, ya que ninguno de los 32 estados de la República cuenta con protocolos específicos para buscar en agua; quedan indefensas y a merced de la suerte de que el agua las ayude.

A esto se suma que cada cuerpo de agua es diferente e implica operaciones distintas. Según María Sol Salgado Ambros, titular de la Comisión de Búsqueda del Estado de México, buscar en un canal no es lo mismo que hacerlo en un pozo o en una laguna como en la que finalmente encontraron a Edgar.

La primera vez que Bibiana, hermana de Edgar, entró a la Laguna de Ciénegas la baja temperatura del agua le congelaba el cuerpo, no podía caminar: había mucha piedra y los lirios se enredaban en sus piernas. Compró overoles completos, pero tampoco sirvieron y aunque limpiaron la zona, la inmensidad del agua parecía tragarse sus esperanzas: “yo, cada que salía de esa laguna, salía con el corazón roto”. La frustración era constante.

¿Cuándo se estrena Bajo el lirio?

El documental “Bajo el lirio” de Ruido en la Red se estrena este próximo 3 de abril.

¿Dónde puedo ver Bajo el lirio?

“Bajo el lirio” podrá verse de forma gratuita por medio del canal de Youtube de Ruido en la Red.