Todos tienen gustos gastronómicos diferentes. Para el desayuno, por ejemplo, hay tres tipos de personas, los que prefieren los huevos con jamón trozado y tiras de tocino por un lado, los que eligen los pancakes cubiertos de miel de maple, y aquellos que combinan ambas opciones, pero que de pronto son juzgados por mezclar sabores.
Bad! Breakfast all day fue creado para el tercer tipo de personas, quienes no escogen ningún bando y son honestos consigo mismos. Los platillos de este lugar, abierto de 9 de la mañana a 6 de la tarde, consisten en combinaciones como pancakes con huevos, salchicha, tocino y papa hash brown, o waffles sabor pop tarts de cereza.
“Sé que es complicado, no todo mundo se atreve a comer lo dulce con lo salado, pero aquí tratamos de equilibrar muy bien los sabores. Tenemos, por ejemplo, un sándwich de wafle con jamón serrano, y para disminuir el sabor salado le ponemos queso crema, haciendo una combinación perfecta”, dice Sara Itzél, dueña del lugar.
La razón que motivó a Sara a abrir este sitio, ubicado en Dinamarca 50, local H, colonia Juárez, fue la infancia que tuvo con su familia, cuando le preparaban pancakes porque había hecho algo que era correcto o por el simple hecho de verla feliz.
“Mi papá y yo siempre buscábamos restaurantes para desayunar después del medio día y no encontrábamos, en algunos lugares no nos gustaba mucho cómo hacían la comida y en otros se restringían mucho por el horario”, comenta Sara a Reporte Índigo.
Sin embargo, hace aproximadamente un año, surgió la oportunidad de tener un local y no dudó en lo que comenzaría a vender: desayunos disponibles todo el día.
“Nuestros desayunos son muy honestos, yo no estudié gastronomía sino publicidad en moda, pero me gusta mucho comer, así que aquí encontrarán desayunos sencillos pero muy ricos”, asegura.
Para aquellos que visiten por primera vez Bad! Breakfast all day, Sara les recomienda el weffle con huevo estrellado, queso gouda y tocino, acompañado de palomitas de maíz o ensalada.
Bad! Breakfast all day es un sitio para dejar escapar al niño que todos llevan dentro, pero también al aventurero, para que lo anime a probar cosas diferentes, platillos que, seguramente, pueden ser sus favoritos.
