En el último medio siglo se tienen registrados 4 mil 400 accidentes aéreos en todo el mundo, de acuerdo con la CSRTG Aircraft Accident Database de la Federal Aviation Administration (FAA) de los Estados Unidos. De todos esos siniestros, en 747 de ellos hubo personas que lograron salir con vida y de esos 747 percances la CSRTG ha analizado unos 50 diagramas de aviones para identificar dónde estaban sentadas las personas que fallecieron.
Los resultados revelaron cuáles fueron los asientos con menos incidencia de muerte dentro de un avión, aunque nada garantiza la supervivencia durante un vuelo en picada, según la Federal Aviation Administration (FAA).
Los niveles de seguridad del transporte aéreo no son óptimos, pero sí son muy elevados. En la actualidad las estadísticas de la agencia de aviación estadounidense muestran que se produce un accidente aéreo grave cada 2.4 millones de vuelos, mientras que la tasa de percances de tránsito es mucho más alta, con un accidente grave cada 350 mil recorridos. Sin embargo, con sucesos como los acontecidos en los últimos días, entre ellos el del equipo de futbol brasileño Chapecoense, en el que murieron 71 personas y sobrevivieron 6; el del avión que se estrelló en Pakistán en el que los 48 tripulantes fallecieron o el aterrizaje de emergencia en Texas, ponen sobre la mesa la seguridad de los aviones y el miedo de las personas a volar, de acuerdo con Claudio Pla, psiquiatra de aerófobos (personas que tienen miedo a volar).
¿Dónde es mejor?
El estudio de esos esquemas arroja que el 41 por ciento de las personas que murieron estaban sentadas en la mitad, entre las alas de la aeronave; el 30 por ciento se ubicaban en la parte delantera de la cabina de pasajeros, y el 29 por ciento iba en la parte trasera del avión, siendo esta última en la que menos muertes se han registrado, contrario a las filas centrales o pasillos que es donde han muerto más pasajeros.
Pero cuando se realizan evacuaciones de emergencia, las personas que ocupan los asientos del pasillo son las que tienen mayor probabilidad de salir con vida, según revela un estudio de la Universidad de Greenwich (Estados Unidos).
Las diferencias entre los asientos situados a la derecha o a la izquierda de la aeronave no presentan relevancias considerables. En la parte derecha, entendiendo como esta los asientos que están ubicados a la diestra de un pasajero mirando en dirección a la cabina, se recogen el 52 por ciento de las víctimas y en la izquierda, el 48 por ciento restante, según relata el portal ABC.es.
En un estrato interior, la zona con más muertes está en los asientos que dan al pasillo de las filas centrales de la parte derecha del avión. De acuerdo con las investigaciones y reportes de la FAA es allí donde estaban sentadas el 10 por ciento de las víctimas mortales en los casi 50 registros de accidente aéreos analizados.
Para tener en cuenta…
De acuerdo con el portal diarioazafata.com dirigido por Lucía Taboada desde hace más de cinco años y quien es una exsobrecargo de vuelo, hay varias medidas de seguridad a tener siempre en mente mientras se anda por las nuebes:
• 90 segundos. Es la máxima a tener en cuenta en una situación de emergencia. Es el tiempo del que se dispone para evacuar el avión después de un aterrizaje forzoso
• La tripulación de cabina realiza una vez al año un simulacro de evacuación y cada día, antes de subirse al avión, se repasan los procedimientos de emergencia
• Tras declararse la emergencia en vuelo, el comandante informa a la tripulación los detalles y los tcp’s inician los pasos
• Tras el impacto, si hay sobrevivientes, se procede a la evacuación sin exceder de los 90 segundos.
Los tripulantes están autorizados incluso a aventar fuera de la nave a los pasajeros.
• Es vital que la cabina esté asegurada antes del impacto. Esto implica que todas las salidas y pasillos de emergencia estén libres de obstáculos y que los tcp´s se hayan asegurado de que las personas que viajan en salida de emergencia sean ABP (Able bodied person) es decir, que sean capaces de seguir las instrucciones en caso de evacuación y con suficiente fuerza para abrir una salida de emergencia.