Atrapadas en la ansiedad
La química del cerebro hace distinción de género en la salud mental.
Y las mujeres son las más afectadas. Por años, se ha sabido que ellas son dos veces más propensas a desarrollar un trastorno de ansiedad que los hombres.
La investigación que por décadas realizó sobre el tema la psicóloga y escritora Susan Nolen-Hoeksema, de la Universidad de Yale, arrojó evidencia de que las mujeres tienen mayor tendencia a caer en patrones de pensamientos rumiativos, en los que la atención se centra en el estado de ánimo negativo, sin llegar a una solución.
Eugenia RodríguezLa química del cerebro hace distinción de género en la salud mental.
Y las mujeres son las más afectadas. Por años, se ha sabido que ellas son dos veces más propensas a desarrollar un trastorno de ansiedad que los hombres.
La investigación que por décadas realizó sobre el tema la psicóloga y escritora Susan Nolen-Hoeksema, de la Universidad de Yale, arrojó evidencia de que las mujeres tienen mayor tendencia a caer en patrones de pensamientos rumiativos, en los que la atención se centra en el estado de ánimo negativo, sin llegar a una solución.
Y rumiar tiene un fuerte vínculo con el estrés, la ansiedad, depresión y el abuso de sustancias.
“Las mujeres también son más propensas a sufrir múltiples trastornos psiquiátricos que los hombres durante su vida”, señala la Asociación de Trastornos de Ansiedad de Estados Unidos (ADAA, en inglés).
Y lo confirmó la última Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México de 2003: “los trastornos afectivos y de ansiedad son más frecuentes para las mujeres (…)”.
Este año, una encuesta realizada a más de 2 mil adultos en Reino Unido para la Semana de Concientización de la Salud Mental 2014 que celebró en mayo la Fundación de la Salud Mental británica, se sumó a la evidencia de que, en general, las mujeres sufren de mayor ansiedad que su contraparte.
“Las mujeres y las personas mayores son más propensas a sentir ansiedad por el bienestar de sus seres queridos”, dice el sitio de la Fundación de la Salud Mental británica.
De hecho, Nolen-Hoeksema explica en The Wall Street Journal que una de las razones por las que las mujeres son más ansiosas es porque tienden a tomar responsabilidad por la felicidad de otras personas, especialmente la de sus hijos y cónyuge.
“Es una especie de círculo vicioso, porque no siempre pueden hacer algo por ellos”, apunta Nolen-Hoeksema.
Y es que a esto se suma las expectativas de éxito de las mujeres con el cambio de roles y mayores oportunidades de acceso al empleo.
“En las últimas cuatro décadas, las mujeres han experimentado un crecimiento sin precedentes en la independencia y oportunidades”, escribe la psicóloga en su libro “Mujeres que piensan demasiado: cómo evitar los pensamientos repetitivos y vencer la ansiedad”. “Tenemos muchas razones para ser felices y seguras”.
Sin embargo, agrega, “cuando hay alguna pausa en nuestras actividades diarias, muchas de nosotras nos inundamos de preocupaciones, pensamientos y emociones que se salen fuera de control, absorbiendo nuestras emociones y energía (…). Estamos sufriendo una epidemia de un pensamiento excesivo”.