La serie Belascoarán, llega a Netflix y los directores de su primera temporada comparten cómo fue construir a este investigador

Así nació Belascoarán, el detective independiente de México (CONTIENE SPOILERS)

La serie Belascoarán, basada en las novelas policiacas de Paco Ignacio Taibo II, llega a Netflix y los directores de su primera temporada comparten cómo fue construir a este investigador que está inmerso en la vida cotidiana del México de la década de los 70

Despistado y algo desaliñado, con un claro y característico acento chilango al hablar, Héctor Belascoarán Shayne transita las calles del Distrito Federal buscando respuestas, indagando de quién es “Cerevro”, el asesino serial que sólo ataca a mujeres, pero en el fondo, inconscientemente, no sólo persigue a este homicida anónimo, sino también se está encontrando a sí mismo, en un abismo personal que desconoce.

Apenas hace unos meses tenía la vida resuelta, era un godín cualquiera con esposa, auto del año y un trabajo ejemplar como ingeniero en una empresa, pero no, Belascoarán sentía dentro de sí que algo tenía que cambiar y tiró todo al garete para convertirse en detective independiente, no privado, porque hasta para eso hay que saber distinguirse y diferenciar de los demás.

Compró un curso en audiocasetes con todo y accesorios para convertirse en un experto de este oficio, y así comenzó a investigar a “Cerevro”, en un despacho en el Centro de la capirucha que, además, para terminar de hacer más pintoresca la imagen, comparte con un plomero, pero eso no importa, porque está convencido de que dará con el criminal.

Con este preámbulo que proviene de la novela negra Días de combate, de Paco Ignacio Taibo II, inicia Belascoarán, la nueva serie de Netflix que adapta los tres primeros libros policiacos de los 10 publicados al día de hoy y que, al menos, para su primera temporada se hizo un capítulo audiovisual por volumen literario. El 12 de octubre estarán disponibles en la plataforma digital.

Reporte Índigo conversó con Hiromi Kamata y Ernesto Contreras, dos de los tres directores de los tres episodios que llegan a Netflix; pese a que ellos no estuvieron involucrados en el desarrollo de la serie, la cineasta mexicano-japonesa explica que Taibo II participó al inicio de la construcción de esta producción.

“Yo llegué cuando ya existía un guión, el proceso de escritura y el cuarto de escritores lo llevó a cabo Rodrigo Santos y la relación directa con Taibo II la tuvieron él junto con Diego Rabasa, además del núcleo de escritores (del libreto). Hasta donde tengo entendido Taibo II leyó los guiones, dio notas, había cosas que le gustaban, otras que no, pero hubo una colaboración creativa con él”, revela Kamata, quien dirige el segundo episodio, “Cosa fácil”.

Contreras, quien estuvo a cargo del piloto para arrancar la serie, platica que Santos estuvo cercano para dar esta patada de inicio a “Días de combate” y que Luis Gerardo Méndez, quien encarna a Belascoarán, tenía más que estudiado al detective independiente.

“Tenía muchos años de conocerlo, éramos buenos amigos, nunca habíamos trabajado juntos, pero me sorprendió muchísimo el descubrir a un actor comprometido, generoso, apasionado, propositivo, y que estaba ahí con todas las novelas en la cabeza, con todos los detalles para construir el personaje, eso se agradece muchísimo”, destaca el director.

A diferencia de las versiones ya existentes en cine de Belascoarán que se hicieron en los años 70 y 90, tanto la de Pedro Armendáriz Jr. como la de Sergio Goyri, respectivamente, Contreras explica que la nueva serie se distancia de ellas, porque ni siquiera hay un guiño a las interpretaciones, por lo que Netflix presenta una reinvención de este personaje literario.

“Desde que leí los guiones veía que conservaba mucho de lo que Taibo II propone en sus libros, tanto el humor y las atmósferas, y que a diferencia de las versiones de los cineastas Alfredo Gurrola en los 70 y Carlos García Agraz en los 90, eso estaba presente, me interesaba esa parte muy chilanga, ligera y contraste entre el thriller y el cine negro, adaptado a nuestro mundo”, platica Contreras.

Pese a que cada capítulo abarca un libro, los dos realizadores consideran que esta es una manera mucho más dinámica de presentar la ficción a nuevas audiencias y están de acuerdo en que se haya hecho este trabajo de síntesis para la serie ahora disponible en Netflix.

Un Belascoarán incluyente

Cuando al fin “Cerevro” es abatido, ahora hay otro asesino suelto en el Distrito Federal, pero que solo ataca a personas LGBT+; entonces, Belascoarán se da un rondín por la Zona Rosa y en una redada policiaca es detenido al ser confundido con un “mariposón”.

Al ritmo de “Abuso de autoridad”, de El Tri, el detective pisa la cárcel entre mujeres de la vida galante y otros “lilos”, por lo que se muestra incómodo al recibir insinuaciones o miradas lacivas. Una vez que llega a su despacho, su compañero de oficina Gilberto Gómez le deja entrever que siempre sospechó que podría ser “maricón”, a lo que Belascoarán le responde: “Ah, ¡sáquese! Cómo dice babosadas, póngase a trabajar y deje de hacerse pendejo”.

Así inicia “Cosa fácil”, el segundo episodio de esta serie policiaca; Hiromi Hamata explica que para ella y Méndez era importante tratar una interpretación del personaje que no fuera despectivo contra la comunidad y que sus comentarios alrededor de la misma sólo quedasen como un chascarrillo, más no como una agresión.

“También soy parte de la comunidad gay, y Luis Gerardo y yo estamos muy conscientes de que estamos contando una historia situada en los 70, cuyo acercamiento y el trato a la comunidad no es el mismo, por supuesto, y queríamos alejarnos de tener cualquier trato agresivo o innecesariamente violento hacia ella”, subraya la cineasta.

Llegar a los libros

Ernesto Contreras espera que con la serie se logre enganchar a las nuevas generaciones para que también descubran los libros de Paco Ignacio Taibo II.

Las historias del detective son recopiladas en la antología Todo Belascoarán, de Editorial Planeta, en donde se abunda a profundidad sobre la personalidad de este investigador del Distrito Federal.

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