La muerte de Sasha Montenegro, reconocida actriz y vedette, ha dejado un vacío en el mundo del entretenimiento, pero también ha revivido la curiosidad sobre su vida personal, particularmente su relación con José López Portillo, quien fue Presidente de México de 1976 a 1982.
De acuerdo con los reportes de la época, el encuentro entre Montenegro y López Portillo tuvo lugar en 1984, durante un viaje de la actriz a España.
Mientras Montenegro disfrutaba de un descanso en Sevilla durante su gira de trabajo, López Portillo, quien también se encontraba en la ciudad, se topó con ella en medio de las procesiones locales.
“Estaba en las calles de Sevilla y estaban estas procesiones que hacen, de pronto oigo que me dicen ‘¡Sasha!’, me dice ‘¿qué hace usted aquí?’ y le dije ‘no, ¿qué hace usted aquí señor?'”, contó Montenegro en entrevista.
No fue amor a primera vista
Aunque no fue un amor a primera vista, la personalidad imponente y la presencia magnética del expresidente mexicano cautivaron a Sasha Montenegro. Cabe mencionar que, en ese entonces, ella tenía 38 años y el expresidente 62; es decir, 24 años de diferencia.
“No era un hombre que dijeras guapo, pero era un señorón con mucha presencia, con una gran personalidad, obviamente con una gran cultura; era un hombre encantador”.
En ese momento, López Portillo ya había culminado su mandato presidencial dos años atrás, sin embargo, aún estaba legalmente unido a Carmen Romano, quien había sido la primera dama durante su presidencia, y con quien tuvo tres hijos.
Margarita López Portillo rechazaba a Sasha Montenegro
La relación no estuvo exenta de dificultades, especialmente debido al estigma social y familiar que rodeaba a López Portillo, quien había sido presidente de México.
Montenegro enfrentó críticas y juicios por su romance con el político, así como la desaprobación de la familia de él, particularmente de su hermana Margarita.
“Fue una relación muy difícil porque siempre estuvo esta familia en contra, Margarita ha sido una mujer que siempre estuvo en contra de todas las mujeres que se acercaran a su hermano“, contó.
El nacimiento de su hija Nabila, mientras López Portillo aún estaba casado, añadió más complejidad a la relación. A pesar de los desafíos, la pareja se separó y luego se reconcilió, dando la bienvenida a su segundo hijo, Alexander, en 1990.
La muerte separó a Montenegro y López Portillo
Se casaron finalmente en 1995, pero su felicidad se vio empañada por la enfermedad de López Portillo, quien sufrió un infarto cerebral en el mismo año.
Después de la muerte de López Portillo en 2004, Montenegro se vio envuelta en disputas legales y rumores sobre la naturaleza de su matrimonio.
Aunque se dijo que había ganado un juicio de divorcio, ella afirmó que los magistrados nunca la divorciaron, por lo que enfrentó una serie de problemas y juicios tras la muerte del expresidente.
En resumen, la relación entre Sasha Montenegro y José López Portillo fue una mezcla de amor, retos, controversia y conflictos familiares y sociales, que marcó las vidas de ambos hasta el final. Su legado perdurará tanto en la memoria del público como en los archivos de la historia mexicana.