Para Arturo Ripstein hacer cine o dedicarse a cualquier otro oficio es necesario tener suerte. El director, quien el pasado sábado recibió el galardón de Plata Más Cine y la Medalla Filmoteca UNAM, durante el Festival de Cine Guanajuato (GIFF), confesó que, en sus poco más de 30 años de trayectoria, esto ha sido un factor primordial para su carrera.
A sus 80 años confiesa, sin temor a ninguna crítica, que “siempre quiso ser otro; aunque desde muy corta edad decidió dedicarse al séptimo arte.
“Para tener una carrera como la mía, que ya es prácticamente imposible, se necesita suerte, y yo he sido muy afortunado, pero no era lo que quería, quería otra suerte, y en esa suerte me tocó ser yo.
“ Yo quería otra vida, pero acepto la que me tocó y a esta edad estoy a punto de resignarme” expresó el cineasta durante una charla con el director Roberto Fiesco durante el GIFF, en San Miguel Allende.
Luego de recibir la Medalla #FilmotecaUNAM, el sábado pasado, durante el @giffmx en Léon, Gto., esta tarde el director Arturo Ripstein inicia las actividades en San Miguel Allende con una conversación sobre su carrera profesional con el director y su amigo Roberto Fiesco… pic.twitter.com/xBadGAKV7t
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Con casi seis décadas de trayectoria y más de 30 películas, el cineasta brindó una plática sobre sus inicios, cómo llegó al cine y lo que ha aprendido hasta ahora.
Contó que cuando vio “Nazarín”, de Luis Buñuel, supo que quería hacer cine como él. “Buñuel era amigo de mi papá. Iban al campo de tiro juntos. Un día fui a tocar a la puerta de su casa para ser su aprendiz, lo fui por tantos años, hasta su muerte”, recordó Ripstein.
“’Un perro andaluz’ fue una película paralizante, tremenda. Esto es lo que yo hago, esto es lo que quiero”, así confirmó su vocación. Aunque pasó por estudios de Derecho e Historia, hasta que decidió dedicarse al cine.
Expresó que no fue a una escuela de cine debido a que no había muchas posibilidades. Aprendió del oficio leyendo y viendo películas.
El director de “Con el diablo entre las piernas”, trabajó con varios escritores como Carlos Monsiváis, Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez, quien fue su primer guionista.
Para él fue muy estimulante trabajar con escritores, pues dijo que si uno se rodea con los mejores, las cosas salen formidables.
Arturo Ripstein habló sobre cómo trabaja desde el guión en la elección de su elenco, con actrices con quienes ha trabajado por años como Patricia Reyes Espíndola. “Repito a actores, porque son los que quieren trabajar conmigo, y se me acaban.”
Al contestar la pregunta sobre cuántas películas quedan pendientes por hacer, el director contestó que el cine es un juego obsesivo, hacer una película hasta que se te quite de la cabeza “y sólo se quita haciendo otra, tener una nueva obsesión. Ahora mi obsesión es “Con el diablo… pic.twitter.com/448VY3IbN9
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Al contestar la pregunta sobre cuántas películas quedan pendientes por hacer, el director respondió que el cine es un juego obsesivo, hacer una película hasta que se te quite de la cabeza, “y sólo se quita haciendo otra, tener una nueva obsesión. Ahora mi obsesión es ‘Con el diablo entre las piernas’, y por lo pronto estoy tranquilo con ello”, comentó el director, quien agregó que hace drama porque “vive en un país de sobrevivientes.”
Sobre su relación cercana con actores como Patricia Reyes Espíndola y la elección de elenco, Ripstein explicó que prefiere la gloria y diversión de lo que ellos hacen. “Aceptar consejos que sirvan, los demás se hacen a un lado”, afirmó.
Con respecto a sus técnicas de dirección, mencionó que trabajar con comedia y melodrama le ha permitido colaborar con actores como Rafael Inclán y Alejandro Suárez. “Desde ‘Tiempo de morir’ hasta ‘Con el diablo entre las piernas’ he modificado mi estilo, como el uso del plano secuencia”, añadió.
Al ser preguntado por qué prefiere el blanco y negro, Ripstein respondió que ama a su país con locura, y que trabajar en blanco y negro permite una belleza asombrosa. Citó a Picasso: “el color debilita”, y añadió que trabajar con esta técnica le permite crear una ausencia que el espectador va completando.
Durante la charla, Ripstein lamentó que le quitaran 18 minutos a “Profundo carmesí” (1996) debido a presiones externas. Sin embargo, a 28 años de su lanzamiento, la gente podrá ver la versión completa.
En el cine nada es perfectible, por lo cual, el director añadió que cambiaría muchas cosas de sus películas, pero agradece todo lo aprendido. “He cambiado, me arrepiento de todo, pero lo agradezco todo”, apuntó.
Ripstein presentará a las 16:00 horas el libro Decálogo (de y sobre) Arturo Ripstein, donde se recopilan sus pensamientos y reflexiones sobre su carrera y vida.