Arturo Chacón Cruz (Sonora, 1977) tenía 17 años cuando escuchó por primera vez Tosca, la famosa ópera de Giacomo Puccini. Una obra que lo conmovió entonces, que lo motivó a enamorarse del mundo de la ópera y que hoy, en la cima del éxito, interpreta frecuentemente en prestigiosos escenarios del mundo.
“Yo no me hubiera dedicado a esto si no fuera porque existía la música de Puccini”, dice en entrevista virtual con Reporte Índigo el cantante sonorense que este 29 de septiembre ofrecerá en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario el recital Puccini y su mundo, a las 18:00 horas. Lo acompañará la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata (OJUEM), dirigida por Gustavo Rivero Weber.
La gala, que es parte de la programación del Festival Cultura UNAM 2024, conmemora el centenario de la muerte del compositor italiano cuyas obras hechizaron a Chacón Cruz tan pronto descubrió la música clásica en su adolescencia.
“Puccini fue una de las primeras cosas que escuché y me cautivó inmediatamente. Tenía yo 17 años cuando escuché por primera vez Tosca, una de las obras que me sigue conmoviendo”, expresa.
Para el intérprete lírico, las obras del famoso compositor italiano han trascendido en el tiempo no sólo por su belleza y poesía, sino por su resonancia en la vida diaria: “Todas sus obras tienen una conexión con nuestra vida cotidiana, los sentimientos que expresan, sea de abandono, de amor, de desamor, de rabia, generan una conexión muy especial. Puccini conocía tan bien el alma y el oído humano que alguno de sus acordes de piano, de la orquesta, sabe cómo sacarte las lágrimas”.
“A los puristas y los críticos más especializados, no les gusta Puccini. Una vez le pregunté a uno de ellos por qué y me dijo: ‘me hace llorar todo el tiempo’. ‘¿Qué tiene de malo?’, le pregunté. ‘Los compositores tienen que trabajar por mis lágrimas’, dijo. Como que se sienten un poco manipulados por la música. Yo no estoy de acuerdo con esa filosofía, pienso que la música que nos conmueve es por algo. Tenemos que explorar eso, sentir esa comunicación con el cantante, con la orquesta. Qué oportunidad poder llorar y sentir algo. Es un regalo poder purificar esos sentimientos”, añade.
El artista se ha presentado en más de 30 países y ha interpretado más de 60 roles en escenarios como La Scala de Milán o el Carnegie Hall de Nueva York
La música como puente en un mundo dividido
Considerado una de las voces más talentosas de su generación, Arturo Chacón Cruz tiene claro el poder de la música, tanto para conectar con uno mismo, como con el otro. Por eso, considera que, en un mundo tan polarizado por guerras e ideologías, la música puede funcionar como un puente.
“Yo pienso que la música nos puede conectar de una manera donde las diferentes formas de pensar se pueden aceptar, dialogar y aceptar que todos somos diferentes, que cada cabeza es un mundo. Ahora queremos que todos piensen como nosotros. Lo que nos han hecho los algoritmos de las redes sociales es hacernos creer que todo lo que te llega es lo que tú piensas y lo refuerza, entonces cuando te encuentras con alguien que no piensa igual, crees que es una guerra”.
La música, dice, nos relaja, “nos pone casi en un asiento donde podemos observar todo y escuchar otras opiniones, dejar que el alma sienta”. “Sin llegar a perder nuestra identidad podemos dejar que otros existan. En la música todas las armonías se juntan y es algo hermoso. Pienso que en la vida podría ser igual”.
Y si esa conexión con la música se da en un espacio físico, como en un concierto de ópera en vivo, la experiencia es sublime, sostiene:
“Biológicamente hablando, las vibraciones de la voz humana llegan a tus oídos, son traducidas por tu cerebro y tu pecho siente la vibración de la voz, de la orquesta y sientes una conexión a lo más antiguo de nuestra evolución, a lo más primordial y, ahí, esa conexión nos hace como un reset emocional”.
“Cada que escucho una ópera salgo renovado, listo para afrontar el mundo y tener otra oportunidad para crecer”, añade.
Quiere festejar 25 años de trayectoria en Bellas Artes
El cantante reside en Miami y mantiene una saturada agenda de conciertos en distintos escenarios del mundo. Hace un mes se presentó al lado de Plácido Domingo en la Arena de Verona, Italia, en un exitoso concierto; este fin de semana hace escala en Ciudad de México tras cinco años de no hacerlo y luego viaja a Corea para cantar Turandot, de Puccini, otra de sus óperas favoritas del italiano.
En su gira le sigue una fecha en Atenas, Grecia, para cantar La bohème (Puccini); otra en España para interpretar Carmen (Georges Bizet), y un concierto en Bélgica, donde cantará Werther (Jules Massenet).
Aún con la agenda repleta para 2025, el cantante asegura que está buscando una fecha para presentarse en su natal Sonora y, si las gestiones con la nueva administración cultural se logran, festejar los 25 años del inicio de su carrera en el Palacio de Bellas Artes.
“El año próximo cumplo 25 años de mi debut en Bellas Artes, así que espero poder regresar a ese recinto y hacer un recital o cantar una ópera. El año próximo sería ideal, si no, más adelante”, declaró.
El cantante recordó que su debut en el recinto cultural mexicano fue con el rol del Marqués, en la ópera La Traviata, de Giuseppe Verdi.
Su fascinación por Tosca
Arturo Chacón Cruz comparte que Tosca de Puccini es una de sus óperas favoritas porque se identifica con uno de los personajes principales, Mario Cavaradossi, el pintor:
“Es un artista que se entrega a lo que ama, que tiene mucha integridad, mucha fe. Es un nombre hecho y derecho, que muere por sus ideales. ¡Aparte la música!”.
