Arropan entre aplausos a Arturo Márquez en el Cervantino

La Orquesta Sinfónica de Sonora y el Coro del Teatro del Bicentenario interpretaron dos obras del compositor mexicano. “Alas” y “Sueños”; además de la “Suite Sonora”, del compositor Venus Rey Jr.
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
Comparte esta nota

El desierto de Sonora cubrió el Teatro Juárez, en Guanajuato. Al sonar de las cuerdas, los metales y las percusiones, los espectadores fueron envueltos en una atmósfera desértica, más no sofocante. La encargada del viaje fue la Orquesta Filarmónica de Sonora, a la cabeza estuvo, como directora invitada, Laura Cmet, pionera en la dirección orquestal femenina.

Con la “Suite Sonora”, del compositor Venus Rey Jr., abrió el concierto. Con una duración aproximada de 20 minutos y compuesta de cuatro movimientos (I. Amanecer (Sunrise); II. Desierto (Desert); III. Danza del Venado (Deer Dance) y IV. Crepúsculo (Sunset)), se ganó los aplausos del público.

La obra “pintó” y “describió” con música y sonido, la grandeza de Sonora, estado invitado de honor en la edición 51 del Festival Internacional Cervantino (FIC). El danzón “Maso Ye’eme”, de Nubia Jaime-Donjuan, cerró la primera parte del programa. El público vibró con los instrumentos de percusión propios de la etnia yaqui. Los aplausos no cesaron.

Los espectadores “cruzaron el desierto de Sonora” para encontrarse con el Coro del Teatro del Bicentenario que, junto con la Orquesta Sinfónica de Sonora, interpretaron “Alas (a Malala)” y la cantata “Sueños”, de Arturo Márquez. La primera, dedicada a la joven activista Malala.

“Alas” trajo esperanza y mucha paz. Sus sonidos cambiantes emocionaron a los presentes. “Alas dignas a Malala, alas dignas de esperanza, alas dignas de confianza, su palabra vuela y llama, con su canto prende el alma. Sin temor levanta el vuelo, su mensaje llega al cielo”, dice la leltra que escribió Lili Márquez, hija del gran compositor mexicano.

La voz del Coro del Teatro Bicentenario recorrió el recinto más importante de Guanajuato. Tocó los corazones de los presentes. Los cautivó. “Pluma, canta, voz trazando el hacer, pluma, canta. Libro, libre, libertad para saber, libro, libre. Vida, culta, cultivar para vivir, vida, culta”, cantaban.

Malala fue recordada; la Orquesta Sinfónica de Sonora, ovacionada, y el Coro del Teatro del Bicentenario, aclamado. El público agradeció a cada instante lo que escuchó.

Finalmente, las frases y pensamientos de grandes hombres de la historia, como Ghandi, Martin Luther King, el jefe Seathl y el cantautor mexicano Guillermo Velázquez, resonaron en el Teatro Juárez como parte de “Sueños”. La grandeza de Arturo Márquez quedó clara. No había dudas. La noche fue suya.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil