Arrecifes de plástico
Existe un nuevo ecosistema en los océanos que hasta ahora había pasado desapercibido para la comunidad científica.
La comunidad marina, bautizada como “plastisfera” (“plastisphere”, en inglés), está compuesta de microorganismos que viven en los desechos plásticos que los humanos arrojan al mar.
Eugenia RodríguezExiste un nuevo ecosistema en los océanos que hasta ahora había pasado desapercibido para la comunidad científica.
La comunidad marina, bautizada como “plastisfera” (“plastisphere”, en inglés), está compuesta de microorganismos que viven en los desechos plásticos que los humanos arrojan al mar.
A esta conclusión llegaron los investigadores Tracy Mincer, de la Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI, por sus siglas en inglés), y Linda Amaral-Zettler, del Laboratorio de Biología Marina, ambos ubicados en Woods Hole, Massachusetts, tras realizar un experimento cuyos resultados fueron publicados en Environmental Science and Technology.
Como parte del estudio, los científicos utilizaron una red de malla fina con la que recogieron trozos de plástico de tamaño milimétrico que flotaban en el Océano Atlántico Norte. Luego, analizaron los restos con técnicas de microscopía electrónica y tecnologías de secuenciación de ADN de próxima generación (NGS, por su siglas en inglés).
Y descubrieron que las muestras estaban dotadas de al menos mil especies, entre plantas, algas marinas, bacterias, depredadores, parásitos y otros organismos.
De acuerdo a los investigadores, los residuos de plástico fungen como arrecifes artificiales en donde una comunidad diversa de microbios encuentra un hábitat para asentarse y evolucionar.
También se encontró que estos microorganismos están contribuyendo a la degradación de los plásticos. En el análisis de las muestras se observó que los plásticos capturados tenían grietas microscópicas, que posiblemente fueron formadas cuando los microbios fueron incrustados en los mismos.
Uno de los peligros de estas islas de plástico flotante es que se traducen en un nuevo medio de transporte para patógenos que producen enfermedades. En una de las muestras analizadas, por ejemplo, predominaron las especies del género Vibrio cholerae, que incluye a las bacterias responsables del cólera y los trastornos intestinales.
Linda Amaral-Zettler explicó que no solo están interesados en los microorganismos que residen dentro de esta plastisfera. “Queremos saber su función, cómo están alterando el ecosistema y cuál es destino final de estas partículas en el océano”.