Convertido en un ícono del fisicoculturismo al volverse Mr. Universo a los 20 años, consagrarse como Mr. Olympia por seis años consecutivos, y ganar la presea nuevamente cuatro años después en 1980, Arnold Alois Schwarzenegger es conocido como uno de los inmigrantes más famosos radicados en Estados Unidos.
El actor inclusive llegó a la gubernatura del estado de California en el periodo 2003-2011.
Pero detrás del fornido cuerpo de 1.88 metros, en la sombra del pasado, se esconde una historia de dolor inquebrantable.
De niño vivió con carencias y su padre le trataba despectivamente.
En 2004 cuando fungía como el “Governator” (juego de palabras para gobernador + Terminator), en una entrevista para Fortune habló sobre el abuso que vivió por parte de su padre: “Me jalaba el cabello, me pegaba con cintos, pero así sucedía también con los niños vecinos, así era la mentalidad germana-austriaca, muchos niños que conocí eran ‘quebrados’ por sus padres. No se buscaba crear un individuo, se trataba de volverse un conformista, pero yo no lo era y mi voluntad no podía romperse, por eso me volví un rebelde, cada vez que me caía o que alguien me decía ‘no puedes hacerlo’, yo decía ‘No será así siempre, porque me voy a ir de aquí, voy a ser rico, voy a ser alguien”.
Talento muscular
Su primer recuerdo de estar frente en una sala de cine fue con una película de John Wayne.
Arnold llegó con la fama bajo el brazo a Estados Unidos en 1968. Al año hizo su primera aparición en la pantalla grande con “Hercules in New York”, cinta de bajo presupuesto de la que después “Arnie” se arrepintió de haber hecho.
Así siguió en la batalla de posicionarse como actor, realizando hasta un western cómico titulado “The Villain” en 1979, al lado de Kirk Douglas.
En 1982, Schwarzenegger tuvo la oportunidad que lo catapultaría a las grandes ligas: “Conan el Bárbaro” que tuvo su secuela dos años después: “Conan el destructor”.
Sin embargo la película que le marcaría para el resto de su carrera, –y por la cual en pleno 2015 sigue siendo vigente su franquicia– se estrenó en 1984. “The Terminator” tuvo un presupuesto de 6.4 millones de dólares, la película dirigida por James Cameron se volvió en un referente cultural de la década de los 80, y recaudó casi 80 millones de dólares.
Desde entonces el actor austriaco pareciera que tiene el don de la taquilla, ya que cintas como “Comando”, “Depredador”, “El Vengador del Futuro”, “Plan de Escape”, “El último gran héroe” entre otras, se han mantenido a la vanguardia de la recaudación en venta de butacas al llegar su estreno.