Archivos del horror, lo más oscuro de la humanidad
A través de la obra Los Archivos del Horror, relatos para enchinar la piel, ‘El Archivero’ irá sumergiendo al público en las historias más espeluznantes. Cada noche se interpretarán cuatro relatos distintos basados en hechos reales
José Pablo EspíndolaMentes retorcidas, sectas y asesinos se irán descubriendo durante una noche de horror donde se mostrará lo más oscuro de la humanidad. “El Archivero” será el guía que conducirá al público a través de una experiencia terrorífica en el montaje Los Archivos del Horror, relatos para enchinar la piel.
Cada noche, el actor José Ramón Berganza interpretará cuatro historias distintas donde el terror no sucede en el plano sobrenatural, sino en la realidad.
La producción del montaje espera que la gente se sienta tranquila, a gusto de volver al teatro, que esté cómoda ante esta llamada “nueva normalidad”, con todas las reglas de sanidad y seguridad que implica.
“No es propiamente un teatro, es el Hey, Hey Club, un lugar donde la gente puede comer y beber algo. La idea es que desde que entren sientan que están en el universo del personaje de la obra, de ‘El Archivero’, que sientan que están dentro de toda esta atmósfera. Estamos trabajando en un diseño sonoro para que la gente se sienta envuelta, el sonido siempre es una herramienta muy importante en el terror y eso es lo que queremos, hacer una experiencia completa”, comenta el actor.
“El Archivero” es una especie de coleccionista de historias de horror que cada noche compartirá cuatro diferentes con el público, en cada una de ellas su protagonista tomará la palabra, por lo que en cada función José Ramón tendrá la misión de interpretar a cinco personajes diferentes.
“El reto para mí es ir y venir de un personaje a otro y tenerlos bien creados a cada uno para que se sientan distintos; en eso estamos trabajando ahora mismo y esa es la dificultad a la que me estoy enfrentando, para que sean muy claros para el espectador”, comparte el artista.
En su mente, Los Archivos del horror
“El Archivero”, quien es el personaje eje, es un ser muy provocador que se ríe de cosas de las que no debería reírse, además de que escarba hasta encontrar el lado oscuro del público.
“Todos decimos que estamos del lado de los buenos y en contra de los malos, pero todos tenemos un lado oscuro y de repente nos reímos de cosas que no deberíamos reírnos y disfrutamos, a veces, humillar a otros, y la venganza y todas esas cosas que a veces no queremos aceptar, pero este personaje es muy provocador en ese sentido; creo que será muy divertido”, opina José Ramón.
Los Archivos del Horror, relatos para enchinar la piel cuenta, por ejemplo, la historia de Carl Tanzler, un radiólogo alemán que se enamoró de una chica cubana. Vivía en Estados Unidos, ella era 30 años menor que él y estaba desahuciada, y aunque intentó ayudarla, murió.
Sin embargo, Tanzler estaba tan enamorado e idealizado de ella que conservó su cuerpo. Primero, la visitaba en el mausoleo donde estaba enterrada, pero después se la llevó a su casa y cuando comenzó a descomponerse reemplazó su piel con cera, le colocó ojos de vidrio y la mantuvo como una muñeca, hasta que lo descubrieron nueve años después.
También está la historia de Jim Jones, un hombre que comenzó una iglesia en Estados Unidos, en la década de los 70. Aparentemente tenía la visión de incluir a todo el mundo , abrazaba a toda la gente y eso la hizo súper atractiva.
La gente comenzó a unirse, porque, aparentemente, todo era súper positivo y armonioso, todos vivían bien y eran parte de una familia multicolor, hasta que se le ocurrió comprar terrenos en Guyana para empezar a crear un paraíso terrenal donde todos pudieran convivir juntos; sin embargo, llegó tanta gente que se le salió de las manos, ya no podía mantenerlos, por lo que terminó organizando un suicidio colectivo.
“Así son como el tipo de historias que queremos contar, de gente que es aparentemente normal y que hace cosas dentro de su lógica por razones buenas, pero al resto nos parece perturbador que alguien haga algo así”, afirma José Ramón.
Como los relatos no hablan de fantasmas, brujas u hombres lobos, la producción espera que el público las sienta más cercanas y tal vez se cuestionen si eso les podría pasar a ellos.