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El Apple Watch o las pulseras de monitoreo de Fitbit poseen sensores precisos que pueden detectar la fibrilación auricular, arritmia cardiaca
La tecnología de los wearables también puede salvar corazones, ya que los sensores y pulsómetros incluídos en estos dispositivos electrónicos modernos como el Apple Watch o las pulseras de monitoreo de marcas como Fitbit pueden contribuir a detectar problemas cardiacos, según un estudio de la Universidad de California. Los expertos aplauden su uso pero instan a la supervisión médica, detalla abcsalud.es.
Las enfermedades cardiovasculares (EVC) son la principal causa de muerte en todo el mundo. Se calcula que en 2012 fallecieron alrededor de 17.5 millones de personas, un 31 por ciento de todos los decesos registrados a nivel global, según la OMS.
Y es aquí donde entra la tecnología para salvaguardar los corazones, pues poseen sensores que recopilan el ritmo cardiaco de sus propietarios. Estos datos, que son analizados y procesados, pueden ser un aspecto clave en la prevención de las EVC.
Las investigaciones realizadas por los expertos de la Universidad de California, en conjunto con la empresa desarrolladora de app Cardiogram, indican que sí es posible que los Apple Watch y algunas pulseras ayuden a evitar un infarto, pues sus sensores son tan precisos que diferencian entre un ritmo cardiaco normal y las situaciones de fibrilación auricular, la arritmia cardíaca más frecuente y difícil de diagnosticar.
Para llegar a esta conclusión se analizaron los datos de más de 6 mil 158 personas y la precisión, a la hora de detectar una fibrilación auricular, fue de un 97 por ciento de los casos.
Sin embargo, aunque lo resultados son bastante prometedores, los expertos insisten en que no es recomendable confiar plenamente en este tipo de dispositivos o apps para diagnosticar el estado de salud de las personas. Más aún, porque estos gadgets no han sido aceptados por los reguladores como aparatos médicos.
Tendencia hacia la salud
El Instituto ECRI, que analiza las tendencias y mediadas para mejorar la salud del paciente en Europa, señala que los wearables revolucionarán las áreas de salud, pues en los últimos años se ha visto una creciente tendencia en el mundo de cómo están intentando “entrar” al área médica.
La industria de la tecnología intenta erigirse, cada vez con más fuerza, como benefactora de la salud. Prueba de ellos esta la medida de los 10 mil pasos, que se cree es la distancia para conservar una salud de hierro. De ahí que la mayoría de las pulseras de monitorización y dispositivos de muñeca marquen esta meta a alcanzar.
La meta de los 100 mil pasos se originó de un concepto explorado con motivo de los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964, detalla abc.es.
