Antonio Rubial: “Mi idea de una educación es darles herramientas para pensar críticamente”

En México se respira la historia, los centros de las ciudades y las plazas públicas cantan ecos de un pasado enterrado bajo sus calles, leyendas del encuentro de dos mundos que colisionaron para dar paso a lo que hoy es.

Investigar ese pasado, dar vida a la historia y comunicar su conexión con el presente es el trabajo del ganador del Premio Nacional de Artes y Literatura 2023, el doctor Antonio Rubial García, quien con una trayectoria de décadas en la docencia, la investigación y la comunicación fue seleccionado por “su trayectoria académica y su divulgación de saberes que han impactado en la conformación de una identidad nacional, resultado del encuentro intercultural entre México y España”, decía el anuncio del premio.

La historia afecta el presente, no es una declaración excepcional o reveladora; sin embargo, escuchar al doctor Rubial explicar la manera en la que pasado y presente se interconectan es un deleite; el premiado utiliza una analogía, una comparación del pasado individual para entender el devenir colectivo. “Si nosotros tuvimos una infancia traumática, obviamente, ese pasado va a afectar nuestro presente, seremos personas con muchos problemas. Eso pasa también al nivel de un pueblo”, señala el galardonado.

Rubial estudia uno de los momentos más álgidos de la historia de este territorio, el encuentro entre Cortés y Moctezuma, el reino de Castilla y el imperio mexica. Se tiene la idea de que esos eventos del siglo XVI marcaron profundamente la idiosincrasia de México, como si la “Conquista” hubiera sido un evento que le sucedió personalmente a cada habitante de este país.

“Seguimos cargando esta conquista como si nos hubiera sucedido a nosotros. Esto es muy grave, sentirse conquistados, como mentalidad, es una situación de menospreciarse, de sentirse permanentemente sometidos, cuando esto ya no nos debería afectar. Es un proceso muy complejo seguir cargando con el trauma de la conquista, como le llama O’gorman, la solución a los traumas a nivel personal es localizar el núcleo del problema para aceptarlo y superarlo, eso es un poco lo que tendría que pasar a nivel comunidad. Solamente entendiendo el pasado podemos comprender el presente y liberarnos de esas cargas que siguen afectándonos hasta hoy”, comenta.

Compromiso docente

Su compromiso con el entendimiento de la historia ha llevado a Rubial García a pasar los últimos 45 años de su vida formando nuevos historiadores que impulsen la terapia colectiva que se necesita para entender al país. Durante su discurso en la entrega del premio declaró estar ahí, en medio de la sala Manuel M Ponce en Bellas Artes, en representación de los maestros que entregan su vida por la educación de la juventud, docentes que creen que sin educación no hay futuro.

Al preguntar por los sentimientos que surgen en él al recibir el premio, el doctor, quien lleva cuatro décadas dando cátedra en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, menciona el orgullo, pero de inmediato vira hacia su trayectoria como docente, después viene todo lo demás.

“Para mí es un gran orgullo el que se me haya concedido este reconocimiento a mi labor, llevo 45 años de ser profesor universitario, estos años me he dedicado a formar jóvenes historiadores en mi facultad. Han pasado muchas generaciones por mis aulas y creo que también el premio tiene que ver con mi labor docente, estoy muy orgulloso de formar parte de esto, de mi facultad y de la Universidad, que son las instituciones que llevan a cabo la educación superior en las humanidades”, señala Rubiales García.

El galardonado reconoce que el premio también tiene que ver con su labor de investigación, ya que ha escrito tres decenas de libros de investigación y difusión, así que, para él, este reconocimiento es extensivo a toda la comunidad de la que forma parte. Personas dedicadas a crear conciencia crítica sobre el presente a partir del pasado, comprometidas con el resguardo del patrimonio, tangible e intangible de México, y enfocadas en profundizar el pasado para comprender el presente; esa es la comunidad a la que Rubial pertenece.

La docencia, la investigación y la difusión son la trifecta que toda persona comprometida con la educación debe tratar de completar. Rubial lo hace, el Premio Nacional de Artes y Literatura lo demuestran. “A lo largo de mis años de estudio y de carrera  esto es la coronación a una labor entregada a esto, a la historia y al conocimiento”, declara el galardonado.

Asegurar el futuro

Rubial opina que sin educación no hay futuro, por lo que las claves para asegurar ese porvenir pasan primero por reconocer los problemas que existen en la educación misma. Los bajos salarios para los docentes, la mala preparación de los maestros para transmitir la historia no como un cúmulo de fechas sino como el entendimiento de procesos y los materiales disponibles, son algunos de los retos a enfrentar.

“Mi idea de una educación, más que dar datos y fechas, es darles las herramientas para pensar, y hacerlo críticamente, darles la posibilidad de que a través de la enseñanza los niños puedan desarrollar sus propias habilidades, intelectuales, emotivas e incluso manuales. La preparación no consiste solamente en inglés y computación, la preparación consiste en crear ciudadanos responsables, libres y pensantes”, opina el docente de la FFyL.

Para el galardonado, una parte esencial de la educación, algo en lo que fallan los sistemas educativos de todo el mundo, es enseñar a cuestionar. Cuestionar lo existente es la única forma de generar conocimiento, por ello el doctor Rubial postula la conciencia crítica como la guía para este futuro el cual necesita asegurarse.

“Para mí, la conciencia crítica inicia al filtrar todo lo que uno recibe, no podemos recibir todo lo que se informa como verdad, debemos formar un criterio propio. Ese es uno de los grandes retos de la educación”, finaliza.