Anne Rice, ícono gótico, en el descanso eterno

Llegó a firmar con los nombres de Anne Rampling y A. N. Roquelaure, pero sin duda, a Howard Allen Frances O’Brien se le conoció internacionalmente como Anne Rice, y más por haber debutado hace 45 años en el mundo literario con Entrevista con el vampiro, que popularizó el género gótico con personajes sobrenaturales, en el siglo XX.

Ella tuvo una vida de pérdidas a su alrededor; primero, su madre cuando ella tenía 15 años, debido al alcoholismo y, posteriormente, en su vida adulta, su hija Michele, quien apenas llegó a los 6 años, fue diagnosticada con leucemia.

Esta enfermedad sanguínea fue un motivo de inspiración para detonar su novela más importante y por la que es mayormente reconocida.

Rice fue fiel a sus dogmas y nunca tuvo reparo en cambiar de corrientes de pensamiento. Durante décadas se consideró atea, pero después de caer en un coma diabético en 1998 recuperó su fe en el catolicismo y aunque posteriormente decidió apartarse de la cristiandad, declaró que seguía creyendo sin pertenecer a una corriente religiosa.

Todo esto influenció a la autora para escribir sus libros, tanto en la literatura gótica, erótica y cristiana, lo que también le sumó adeptos. Los derechos de sus novelas fueron vendidos para convertirse en películas y futuras series televisivas.

Pese a que había librado a la muerte en 2004 por un bloqueo intestinal, Rice finalmente llegó a su último día el sábado 11 de diciembre en California, Estados Unidos, por complicaciones de un derrame cerebral. Su hijo reportó el suceso en redes sociales y comentó que en 2022 se realizará un evento público a su memoria en su natal Nueva Orleans, sin fecha confirmada.

La escritora de 80 años siempre causó polémica, pero fue un agente de cambio, porque apoyó a la comunidad LGBT+, en la legalización del matrimonio, además de que también era pro aborto y estaba favor de la anticoncepción.

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