Angélica Aragón y Joaquín Cosío enfrentan nuevos desafíos familiares en El precio de educarlos

La cinta dirigida por Emilio Portes narra la vida de los Rebolledo, quienes luchan por reconectar con sus hijos adultos, aunque sea a través de una mentira
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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La historia del matrimonio de Jorge (Joaquín Cosío) y Virginia Rebolledo (Angélica Aragón), conocidos como “Los contas de la Letrán Valle”, comienza cada día a las seis de la mañana, un ritual familiar que ha perdurado a lo largo de los años. La pareja ha experimentado el éxito individual de cada uno de sus miembros, pero su mundo se transforma cuando sus hijos logran su independencia.

Celebraciones familiares como los cumpleaños, el Día de Muertos y el 15 de septiembre se van desvaneciendo a medida que Pali (Michelle Rodríguez) y Marcelo (Ianis Guerrero) se distancian cada vez más del núcleo familiar. Ante esta desconexión, los padres, desesperados por restaurar la unidad, deciden fingir que ganaron la lotería con tal de recuperar la atención y el afecto de sus hijos. Así arranca esta comedia dirigida por Emilio Portes, que se estrenó el pasado 11 de octubre en la plataforma Max.

En entrevista con Reporte Índigo, el actor Joaquín Cosío comparte su experiencia sobre cómo las familias, de alguna forma, se tienen que adaptar a nuevas  dinámicas sociales y la inherente transformación de las relaciones entre padres e hijos en la actualidad.

“Mi hijo ahora interactúa conmigo y vaya que me da sorpresas. Los niños hoy son ágiles, despiertos y vertiginosos. No sé si mi padre pensó eso cuando era niño, pero,  evidentemente, las circunstancias cambian y los tiempos van exigiendo un tipo de comportamiento distinto. Hay una exigencia del tiempo, pero también cultural”, opina Cosío.

¿De qué trata ‘El precio de educarlos’?

Ianis Guerrero, quien interpreta al hijo Marcelo, explica que El precio de educarlos es un largometraje que explora a dos generaciones que viven y se desarrollan en sociedades distintas.

Los padres, que han educado a sus hijos desde pequeños, ahora deben encontrar nuevos códigos para relacionarse con ellos.

“Esta familia se tiene que reinventar y descubrir que sus hijos ya son maduros, que ya no les pueden decir qué hacer. Y los hijos entender que sus padres ya no tienen por qué prepararles la comida, o cosas por el estilo”, narra Guerrero.

Sin embargo, se puede volver algo complejo, pues mientras los padres anhelan volver a conectar con sus hijos, estos últimos están enfocados en su desarrollo personal y profesional. Para el personaje de Ianis (Marcelo), su prioridad es avanzar en su vida laboral, lo que a menudo lo aleja de las celebraciones familiares que antes eran comunes.

“La prioridad de Marcelo es desarrollarse como persona económicamente activa, desarrollar su trabajo, su empresa. Entonces, tanto el padre como el hijo tienen sus razones para actuar de alguna forma y en esta película vemos cómo gracias al amor, al cariño, a la empatía y también a la astucia de los padres, tienen que reaprender a convivir y verse de otras maneras”, agrega Ianis.

Para ambos actores El precio de educarlos se puede convertir en un espejo de la identidad de la sociedad mexicana, un reflejo de la realidad de muchas familias que, a pesar de los conflictos y las transformaciones, se esfuerzan por encontrar la manera de convivir y reestructurar sus lazos afectivos.

“La familia de los Rebolledo son todas nuestras familias, se pueden identificar y decir ‘esto es lo que yo vivo’, porque es lo que pasa en una familia que se ama, porque ni los padres, ni los hijos se quieren hacer daño, aún así hay problemas entre ellos y tienen que reestructurarse ”, enfatiza Ianis Guerrero.

“Me parece extraordinario que se pueda mostrar en momentos en donde la sociedad mexicana necesita unión y recordar lo importante que es la familia”
Ianis GuerreroActor

El papel de Angélica Aragón en ‘El Precio de educarlos’

Joaquín Cosío comparte su experiencia al trabajar con la primera actriz Angélica Aragón, quien hace poco fue reconocida en Guadalajara con la “Esfera de luz-Homenaje a la trayectoria” por sus más de 50 años de entrega al cine y la televisión.

El actor define este papel como un gran regalo, pues le permitió compartir escena con Aragón como su pareja. Sin dudarlo, confiesa que es una de las mejores actrices de México debido a su gran talento y generosidad.

“Trabajar con Angélica Aragón es una maravilla, una delicia. Todos conocemos que la señora, aparte de ser sumamente talentosa, es una profesional completa, eso ni siquiera hay que decirlo; ella facilitó mucho el trabajo, logramos establecer una relación con mucha facilidad, muy dispuesta, concentrada y muy seria, pero al mismo tiempo, bastante relajada y divertida. Fue una gran experiencia y un gran regalo para mí”, apunta.

Ianis Guerrero también habla sobre la dinámica familiar que surgió en el rodaje con todo el elenco. Para él, la conexión con Michelle Rodríguez fue tan intensa que a menudo se sentían como verdaderos hermanos.

Pero que, también permitió llegar a conectar con el resto del elenco como Verónica Bravo, Lalo España y Jesús Zavala.

Michelle Rodríguez es mi hermana en la película, pero descubrimos que en la vida real compartimos muchas cosas. Es muy chistoso como si realmente nos sintiéramos como hermanos, porque los dos somos de Xochimilco. Fue tan así que al final del rodaje nos invitó a todos unas carnitas que prepara su familia, realmente conectamos muy padre”, agrega Ianis Guerrero.

Durante el rodaje, el actor se sintió rodeado de su propia familia, viviendo momentos cercanos y auténticos. Esta sensación de familiaridad fue una “bendición”, ya que, a menudo en el cine, se requiere construir personajes que no reflejan experiencias personales.

Un aspecto fundamental es su compromiso con mostrar un contenido mexicano genuino, profundamente arraigado en la sociedad.

“Realmente me sentí como con mi familia, porque es tan cercano, tan real, y entrañable, y esto, como actor, es una bendición. Es una apuesta de Max por mostrar contenido mexicano arraigado en la sociedad que nos habla del corazón del mexicano: la familia. Y te dice: ‘toma esta familia, los Rebolledo, es igualita a tu familia y a la de todos los mexicanos y ahí te va su historia. Creo que esta película es como un abrazo para la gente”, concluye.

El uso de la comedia

El precio de educarlos explora una serie de enredos y conflictos familiares, utilizando la comedia como un vehículo ideal para profundizar en estas dinámicas. Para el elenco, su director, Emilio Portes, logra unificar los distintos estilos de actuación en un tono sutil y apropiado para la historia.

“El humor es el vehículo adecuado para contar esta serie de conflictos, es un maestro del humor sutil, ingrediente que tiene esta comedia familiar, pero no de caídas, de chistes torpes, ni nada por el estilo”, destaca Joaquín Cosío.

Por su parte, Ianis Guerrero señala la complejidad de hacer comedias, y afirma que “el humor es un signo de inteligencia y brillantez”: “hacer comedia es mucho más difícil de lo que uno pensaría. La sociedad mexicana tiene mucho humor, picardía y desfachatez, el mexicano siempre va a sonreír, va a estar cercano a la alegría; puede estar pasando por la peor situación del mundo y siempre va a haber un mexicano para hacer un chiste”, dice.

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