Ángel Vargas, el autor que hace poemas sobre huracanes y ballenas varadas en las playas

Hay un recuerdo de la infancia de Ángel Vargas (Acapulco, 1989) que ha marcado su forma de concebir e imaginar el futuro: las visitas a su abuela materna, quien irremediablemente terminaba hablando del juicio final.

“Imagínate el impacto para un niño de 5 años llegar y escuchar esas historias”, comenta en entrevista con Reporte Índigo el autor de El estómago de las ballenas, obra ganadora del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2024 y que aborda las preocupaciones sobre el futuro inminente del Planeta y las catástrofes ambientales que ya son parte de nuestro presente.

Esos recuerdos de su niñez en Acapulco, el impacto del cambio de milenio y las múltiples teorías catastróficas que lo acompañaron,  así como la revolución tecnológica que se ha dado en las últimas décadas y la constatación de que el apocalipsis ambiental ya está aquí son algunas circunstancias que alimentaron este poemario.

Escritos aleatoriamente desde 2017, los poemas de Ángel Vargas están  hilados por una inquietud en común: “la  sensación de finitud, de que algo se está acabando”, dice el autor que presentó ayer el volumen editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) en la Feria Internacional del Libro del Zócalo.

“Creo que mirar y tomarle el pulso a la realidad ahora implica darnos cuenta que estamos viviendo una etapa de crisis muy profunda, no solo a nivel ambiental, sino a nivel político, a nivel personal. Hay también una profunda crisis humanista,  biológica y espiritual”, añade.

De ballenas mitológicas a gigantes indefensos varados en las playas

A lo largo de sus poemas, el autor hace referencia a las ballenas. Desde ese ser mitológico que siempre ha estado presente en la memoria colectiva hasta llegar a la imagen catastrófica del animal varado en una playa con el estómago repleto de microplásticos.

“Es un animal casi mitológico que arrastra en la memoria colectiva una serie de implicaciones culturales, desde la historia bíblica de Jonás, pasando por la ballena de  Melville,  que tiene que ver más con una indagación filosófica, con el descubrimiento de la naturaleza humana, pero la ballena contemporánea es la ballena muerta, arrojada a la playa con el estómago lleno de basura y microplásticos”, apunta el poeta.

“En algún momento me topé con muchas noticias de ballenas muertas y al principio no les hacían mucho caso, como que era una ballena muerta más, el problema fue cuando empezamos a diseccionarlas y nos asomamos en esos estómagos. Creo que fue en ese momento cuando el ser humano se dio cuenta del efecto que estaban teniendo sus acciones en el entorno natural. El libro tiene que ver con esa reflexión, con esa sensación de que ya nos acabamos todo lo que teníamos y qué vamos a hacer ahora”, añade.

¿Y cómo hacer poesía de todos esos eventos catastróficos?, se le pregunta al autor:

“No sé. Yo creo que eso ya es algo muy personal, como que hay una especie de fascinación por la catástrofe desde que era muy niño, este gusto por construir ciudades de lodo y luego destruirlas; construir embarcaciones de cartón y hundirlas. Es algo muy personal, pero creo que también la catástrofe nos ayuda a evidenciar al ser humano en medio del conflicto y eso es justamente lo que me interesa explorar en la poesía: de qué manera los seres humanos actúan en una situación límite”, responde.

Sobre el autor

• Ángel Vargas (Acapulco, 1989) estudió lengua y literaturas hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM
• Ha publicado los libros de poesía A pesar de la voz (2016), Límulo (2016), El viaje y lo doméstico (2017), Búnker (2019), Antibiótica (2019) y [nada de cruces] (2022)
• También ha escrito libros para las infancias, como El verdadero nombre de los huracanes (2023)
• Premios: Certamen Nacional de Literatura “Laura Méndez de Cuenca” 2021 en el área de poesía; Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2019, entre otros
•  Ha sido becario del Programa de Jóvenes Creadores del FONCA y de la Fundación para las Letras Mexicanas
• Coordinó el Festival Nacional de Literatura Acapulco Barco de Libros