Según la mayoría de la sociedad, si una persona se dedica a lo que ama hacer, será feliz hasta el final de sus días. Andrés Guerrero, amante de la música desde niño, y ahora ingeniero de audio, está logrando eso con apenas 22 años.
Cuando sus padres se dieron cuenta que tenía gustos por la música, como le pasaba a otros miembros de su familia, decidieron comprarle, de sorpresa, una guitarra. Desde ese momento, Andrés supo que no se despegaría de ella tan fácilmente, pues quería averiguar cómo, con las melodías que producía, generaba canciones similares a las que sus bandas preferidas hacían sonar en la radio.
Pero el caso de Andrés es uno de éxito, sus padres lo apoyaron en lo que lo hacía feliz y, hasta ahora, según comenta, su familia no ha juzgado la carrera que decidió tomar.
En México, aunque existen diferentes instituciones, tanto públicas como privadas que se especializan en la carrera musical, la educación de algunas familias hace que se tenga la creencia que el dedicarse a este campo es poco profesional.
Guerrero, quien estudió en SAE Institute México, agrega que este país sí es un gran escenario para dedicarse a la música, ya que tiene un mercado bastante amplio; sin embargo, recalca que hace falta que se fomente más la práctica a los que quieren aprender de esto, como entrar a estudios de grabación y trabajar directamente con los músicos. “Para mí, el mejor aprendizaje se da en el campo, viendo cómo se hace la producción, cómo se compone la música”, agrega.
El encuentro de Andrés Guerrero con su maestro
En cuanto Andrés terminó la escuela, se dio cuenta que era momento de tocar puertas a diferentes estudios de música para que le dieran la oportunidad de colaborar y hacer lo que le apasiona. Una de esas puertas fue la del productor Humberto Gatica, quien trabajó en grabaciones como “We Are The World”, de Michael Jackson.
“Uno de los momentos de más aprendizaje que he tenido en mi carrera fue con Gatica, porque luego de ser aprendiz en su estudio, me volvió ingeniero y me pidió que fuera yo quien estuviera a cargo de uno de los artistas independientes”, cuenta Andrés.
Actualmente, aunque Guerrero ya comienza a manejar a sus propios artistas, siegue siendo aprendiz no sólo de Gatica, alguien que le dio una gran oportunidad, sino de la propia música, esta que, de acuerdo con el joven, lo sigue guiando por el camino correcto.