Ana Elena Mallet y Pilar Obeso exaltan el diseño mexicano femenino

Ana Elena Mallet y Pilar Obeso tienen un objetivo en común, pero con una visión distinta: resaltar el diseño mexicano hecho por mujeres que trasciende generaciones, desde mitad del siglo XX y que sigue evolucionando hasta hoy.

Ambas curadoras comenzaron, previo al confinamiento, a presentar un proyecto que reuniera los talentos femeninos que hayan estado presentes desde el inicio del diseño nacional; ahora, a dos años de distancia, logran alzar una exposición que reúne a 110 mujeres y más de 335 piezas que rinden tributo al arte y cultura de México.

El resultado es la muestra Diseño en femenino que se inauguró el 8 de diciembre en el Museo Franz Mayer y que permanecerá hasta el 16 de abril del 2023; tanto Obeso como Mallet comparten que el objetivo era claro: darle realce a todo tipo de manufacturas hechas por mujeres.

“Era muy importante trabajar con Pilar, es mucho más joven que yo, tiene otra mirada, otros intereses, conoce a otra generación, yo llevo mucho tiempo historiando sobre diseño y cómo se inserta en lo artesanal y ella está viendo otras cosas que yo no observo, toda esta parte del medio ambiente y nuevos materiales, incluso aromas; entonces, si yo hubiera hecho esta exposición sola, se hubieran integrado otras diseñadoras y viceversa, el dialogo fue muy interesante, hilamos los intereses de las dos”, resalta Mallet, en entrevista con Reporte Índigo.

Algo que resaltan ambas es que se tienen trabajos en la exposición de mujeres que actualmente residen en el extranjero, pero que siguen produciendo con motivos mexicanos, ejemplo de ello es Steph Orozco, quien radica en Estocolmo y mantiene su taller vigente en Monterrey; además, hay piezas de diseñadoras que no son mexicanas de origen, pero se han visto influenciadas por radicar aquí.

“En la primera parte de la exposición tenemos varias extranjeras que llegaron a México y en el momento de la postrevolución vieron tierra fértil para poder a hacer diseño, como el caso de Clara Porset, quien era cubana y llegó a México en los 30. Contemporáneas está Caterina Moretti, quien nació en Lima, Perú, pero lleva 20 años viviendo en México y se considera tapatía”, agregan Obeso y Mallet.

Entre los objetos que se podrán apreciar en la exposición se encuentran textiles, zapatos, alfarería, cuadernos, ilustraciones, muebles y hasta diseño de aromas, provenientes de 14 estados de la República.

Todo esto se pudo hacer gracias a un presupuesto de dos millones de pesos, otorgado a la Producción nacional de artes visuales realizada con el estímulo fiscal del artículo 190 de la LISR (EFIARTES).

Arte visto desde el feminismo

Las dos curadoras respaldan y subrayan el movimiento feminista actúa y describen que de esta crisis urgente también el activismo es arte, y que hay que perder el conservadurismo al respecto, cuando se pueden observar estas manifestaciones callejeras y de protesta de intervenir los monumentos.

“Creo que esa idea del arte con mayúscula la dejamos atrás hace muchísimo tiempo, desde Duchamp y yo creo que hoy hablamos de prácticas artísticas o culturales, que de alguna manera nos representan o permiten expresarnos, y los stencils o los grafittis o el skate, o hip hop, y lo que está alrededor, como los sonideros y fotografía, es parte de nuestra cultura material y lo que nos representa”, platica Mallet.

Obeso recuerda al colectivo anónimo Fieras Fierras, que diseñaron un discurso sonoro y tienen activismo desde redes sociales, para exaltar el feminismo en México, porque también es importante alzar la voz desde el campo de la cultura y el arte.

“Es otra forma de expresión y de diseñar un grito urgente, de atender la situación de las mujeres: feminicidios, violencia, representatividad, y que de alguna forma es una especie de arte o diseño urbano”, describe la curadora.

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