Amor sin restricciones
La palabra amor está saliendo de lo tradicional y está comenzado a convertirse en algo “real”.
Hoy, aquella frase de Jorge Luis Borges que dice: “Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única”, ha ido enalteciendo su valor.
Ya no se necesita un hombre o una mujer, no es forzoso amar a una sola persona o a alguien de tu misma cultura. El internet, las aplicaciones y los dispositivos móviles han hecho de amar un sinónimo más.
El amor, considerado como el fuego que alimenta la vida, ha transformado su concepto, pero ¿cuál es?
La palabra amor está saliendo de lo tradicional y está comenzado a convertirse en algo “real”.
Hoy, aquella frase de Jorge Luis Borges que dice: “Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única”, ha ido enalteciendo su valor.
Ya no se necesita un hombre o una mujer, no es forzoso amar a una sola persona o a alguien de tu misma cultura. El internet, las aplicaciones y los dispositivos móviles han hecho de amar un sinónimo más.
El amor, considerado como el fuego que alimenta la vida, ha transformado su concepto, pero ¿cuál es?
De Suecia a México
María Eugenia Villagomez y Martin Gunten
“Yo no tenía compromiso. Tenía 11 años de no tener una relación de pareja. No sé si tenía miedo al compromiso o tal vez que con el paso del tiempo era cada vez más complicado poder coincidir en la forma de pensar con alguien”, comenta Eugenia Villagomez.
Para Eugenia, establecer una relación con una persona después de algunos años resultó complicado. Siempre ha sido una mujer independiente y trabajadora, sin embargo, un día llegó el amor a su vida hablando otro idioma.
Zipolite, una playa oaxaqueña ha sido año con año un destino destacado en su lista para visitar en busca de una renovación con su cuerpo y alma, por ello, llegado el año nuevo Eugenia estaría allí sin importar nada más. “Siempre me ha gustado conocer personas y experimentar. Zipolite es mi lugar, ahí he conocido a algunos amigos y bueno, ahí conocí a Martin”, explica.
Extrovertida y con un tono irónico comenta que jamás pensó en encontrarse con él, sin embargo, su amabilidad y sencillez lo hicieron destacar de los demás.
Maru (como la llaman sus amigos), siguió conversando con él a través del Internet sin tener expectativas del resultado.
“Un día nos encontrarnos platicamos y volvimos al siguiente año, ya no era un desconocido. Martin me expresó sus sentimientos y yo a él”.
Siempre estuvo el tema del tiempo, sin embargo, las horas se acortaban cuando la necesidad de verse era rebasada con las ganas.
Actualmente ellos siguen conversando “on-line”, aún no definen algunas cosas, pero saben que si son pacientes todo llegará. “A veces pienso que una relación a distancia no es tan mala en un principio. Pero después, no queriendo, te comienzas a encariñar y la nostalgia de no compartir los días comienza a sentirse más”, dice Eugenia Villagomez.
Maru sabe hacia donde va cuando camina, por ello, el hecho de la distancia la remonta a un amor dónde los enamorados prohibidos se escribían para saber el uno del otro sin importar nada más y donde el único impedimento era la falta de voluntad.
Martha + dos
Martha Hernández
“Estuve con una pareja estable casi tres años antes de adentrarme en el tema del “poliamor”. Cuando terminé con esta relación empecé a cuestionarme cómo era posible que alguien te dejara de amar de un día a otro… Encontré las respuestas después, pero entonces el dilema era qué quería yo”, expresa Martha.
Martha había seguido la “receta” de un amor perfecto. Era fiel, amaba a su pareja y su vida ya no era sólo de ella.
Al terminar su relación, no podía creer la facilidad con la que alguien podía olvidar. El dolor estuvo presente, pero después vinieron cuestionamientos sobre qué era lo que había sucedido y cómo se había sentido.
En la búsqueda de respuestas Martha se dio cuenta que no había persona más importante que ella, por ello, comenzó a realizarse una serie de preguntas como: si podía ser lesbiana y si por ello sus relaciones no eran fuertes emocionalmente o si simplemente la monogamia era un concepto aprendido y repetido por instinto.
“Después de investigar, supe que era lo que yo quería. Me había dado cuenta que en este tipo de relaciones monógamas, al menos en la última, mi persona se había nulificado por embonar, por encajar, por darlo todo y por poner por debajo lo que yo necesitaba”, explica.
Descubrió que no quería sentirse esclava de ninguna persona, ni de ningún afecto. Quería sentir la libertad de ser ella, como ella lo decidiera.
Con el paso del tiempo descubrió un grupo de poliamor, ahí conoció a una joven y entonces comenzó a desarrollar un fuerte afecto por ella. Poco después, conoció a su marido y entonces los tres decidieron comenzar una relación.
El matrimonio en el que se encontraba Martha tenía un hijo, por ello, tomaron toda clase de pláticas para que el pequeño no se viera afectado. “Nuestra prioridad era el niño, así que los tres hacíamos lo posible por no afectarlo a él”, cuenta Martha.
La relación se fracturó ante una serie de sucesos que llevaron a la esposa a desistir de la relación, motivos, que aparentemente no tenían que ver con Martha.
“El cambio comenzó a sentirse de inmediato, yo estaba consiente de que si algo fallaba quien debía irse era yo. Las cosas no salieron como pensé y la esposa, por quién también sentía una gran atracción y amor, decidió dejar la relación”, platica Martha.
Pronto se quedarían sólo dos en su relación y aunque se consideran “poliamorosos” han decidido dejar un espacio para establecer lo que desean y las nuevas reglas.
Entrevistada L’amour
Tania Reyes y Mathew Lochou
“Lo agregué y aceptó. Comenzamos a hablar, íbamos en la universidad. El idioma nunca nos detuvo”, expresa Tania Reyes.
Su historia comenzó en 2012. Tania es mexicana, Mathew es francés y después de la solicitud por Facebook, hicieron clic y las pláticas comenzaron a hacerse de a poco más largas. Siete horas no eran una diferencia que hubiera que notar cuando se trataba de amar.
“Al principio fue difícil, era una lucha constante por demostrar a qué le apostábamos”, platica.
Mathew vino a la Ciudad de México poco después, quería demostrar que su interés era sincero y para lograrlo tuvo que convencer a su familia sobre el motivo por el que deseaba estar aquí.
Las familias de Tania y de Mathew tuvieron sus dudas y cuestionaban los viajes que realizaban, sin embargo, el tiempo demostraría la realidad de su relación.
“Las primeras veces cuando se iba sentía feo, pero después todo se complicó. Con el tiempo comencé a deprimirme cada vez que él regresaba a su país, llegó un punto en el que no deseaba ni comer. La tristeza me rebasaba”, cuenta Tania.
Para ella, la relación siempre fue algo serio y por ello decidió viajar en 2015 a Francia, allí, conoció a la familia de Mathew, hicieron planes y comenzaron a pensar en su futuro.
“Sabíamos que acá las cosas eran más fáciles que en Francia, el podría arreglar sus papeles para vivir aquí y lo hicimos”.
Mathew y Tania decidieron establecerse en el país. Nada fue fácil, pero no dejaron de luchar.
“Cuando volteo atrás me doy cuenta de hasta dónde decidimos llegar. Rompimos estereotipos y las criticas de personas que pensaron que no lo íbamos a lograr”, expresa Tania.
Amor on line
¿Amor sincero? De acuerdo con un estudio realizado por la organización Red Voz Pro Salud Mental, el amor que se genera a través de las redes parece ser, de acuerdo con algunas parejas, más sincero, esto se debe a que sus primeros acercamientos no son físicos y se empieza a valorar desde un principio las cualidades del otro.
Las relaciones virtuales han sido criticadas por no ser ‘muy’ reales, sin embargo, en 2013 el 27 por ciento de los matrimonios en México se dieron entre parejas que se conocieron en la red.
El cambio en la forma de pensar ha removido el tradicional modelo de enamorar y el concepto de cómo debe estar conformada una pareja, por ello, el amor en línea es consecuencia de una evolución de pensamientos que choca con la realidad.
El aislamiento, las decepciones y el ritmo de vida actual han hecho que las personas busquen una relación virtual, encontrando en la tecnología una forma de suplir las carencias emocionales.
Aplicaciones, el cupido de hoy
Según The Competitive Intelligence Unit (CIU) en 2016 el 83 por ciento de los usuarios en México contaba con una app móvil para conocer gente, mientras que el 22 por ciento se había enamorado de alguien a través de internet.
Las apps se han convertido en las flechas de cupido para unir personas, sin embargo, nada garantiza, al igual que en una relación normal, la felicidad.
Aplicaciones más utilizadas por los mexicanos para encontrar a la pareja ideal:
>Tinder: Para esta aplicación sólo necesitas una cuenta de Facebook para registrarte, con ella, la app analizará tu perfil buscando datos para encontrar parejas potenciales, además, deberás ingresar información como el género y la edad.
>Badoo: Es una app gratuita que te ayuda a conocer personas para entablar una amistad o una relación más formal. La app sincroniza tus datos con la cuenta de Facebook para obtener la información y permitirte conocer los perfiles de otras personas.
>Sapio: Conocido como el ‘Tinder inteligente’, te permitirá conocer gente que dejan de lado la apariencia física e implementa preguntas para determinar tus gustos e intereses, además de recolectar tus preferencias sexuales.
>Happn: Esta app trabaja con geolocalización para encontrar a la persona que te gustó mientras caminabas por la calle. Con Happn, recibirás los datos de las personas con las que te vas cruzando para que así puedas consultarlos más tarde.