Pese a ser una persona de edad avanzada, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente electo de México, logró tener mucho apoyo por parte de los jóvenes durante su campaña electoral. Una buena parte de ese sector le dio su voto, aseguran especialistas, porque manejó un discurso de “esperanza”. La generación del milenio ha crecido rodeada de problemas, de crisis económicas, sociales y de violencia. Saben que están lejos de poder encontrar empleos con buenos salarios por lo que le apuestan al cambio.
“Los jóvenes encontraron en el discurso de AMLO la palabra clave que mueve a mucha gente, la posibilidad, la esperanza, del cambio, de inclusión, de pensar en todos los mexicanos y en especial en ese sector que está necesitado de seguir creciendo y de encontrar ciertas certezas cuando han crecido en un mundo de incertidumbres”, señala Luz María Garay, académica de la UNAM.
Los millennials mostraron principalmente su apoyo al presidente electo a través de las redes sociales, las cuales jugaron un papel muy importante dentro de este proceso electoral al ser la principal fuente de información para muchos mexicanos.
“Más que un factor determinante, las redes sociales fueron una herramienta que se supo aprovechar. En las elecciones presidenciales de 2012 vivimos una situación muy diferente, ahí el medio principal por el cual el entonces candidato Enrique Peña Nieto pudo colocar su imagen fue la televisión”, aclara Eduardo Mateo, maestro de la Facultad de Estudios Superiores de Aragón.
Mateo dice que AMLO, durante toda la campaña, siempre fue el candidato que estuvo a la delantera con el mayor número de seguidores tanto en Facebook, como en Twitter. Durante los primeros meses de este año tenía 2.4 millones de seguidores en Facebook, al término del proceso electoral, López Obrador cerró con 3.9 millones de seguidores en la red social de Mark Zuckerberg, es decir, casi dobló su número de seguidores.
Para Miguel Jarquín, estratega digital de la Universidad La Salle, el tema de AMLO en redes sociales fue una victoria anticipada en muchos sentidos.
“AMLO tenía dos vertientes que trabajar, una estrategia que jugar a favor de la percepción positiva que tienen sus seguidores y que ya está consolidada y la parte negativa, que es la que no había trabajado en 2006 ni en 2012. López Obrador siempre enfocó su discurso y su estrategia, tanto online como offline, hacia los públicos a los que ya había llegado, eso provocaba que continuara teniendo el mismo alcance, si hablamos en temas digitales su engagement y su alcance eran totalmente sobre una misma línea que no le daba amplitud o rango de crecimiento hacia nuevas audiencias”, afirma Miguel Jarquín.
Para él, la diferencia que tuvo en estas elecciones fue que enfocó su discurso en la parte de los ataques, convirtió las amenazas en oportunidades. Tomó el principio básico de las redes sociales que es adaptar el mensaje que tienes al tipo de consumo de tus usuarios
“Él hizo esto con temas como lo de Andresmanuelovich o lo de Riqui Riquín Canallín, que fungieron como contenido viral de una forma chistosa, pero al final del día posicionaron la marca de AMLO bajo una nueva óptica que no era contestar con violencia los ataques”, explica el estratega digital.
Su manejo de redes sociales, dicen los especialistas, estuvo aderezado de acciones concretas en las que el seguimiento y la puntualización lograron una congruencia en su campaña electoral. “Logró una congruencia de marca entre lo que se está diciendo en redes y lo que se está haciendo en persona, eso impulsó sus mensajes a nuevas audiencias”, indica. Un jugador importante dentro de la estrategia digital fue Tatiana Clouthier, quien era la encargada de dar segmentación en temas de comunicación. Su trabajo se concentró mucho en captar las posibles amenazas para potencializarlas en oportunidades.
“La dinámica diferente del manejo de redes fue un asunto central en manos de Clouthier, en donde ella tenía un toque muy humano detrás de ellas, no sólo se quedaron simplemente en este asunto de la programación, la automatización, de sólo estar subiendo información, vínculos y retuiteando, realmente había mensajes de Clouthier en los que era evidente que se tomaba su tiempo para nutrir la narrativa de estos espacios. Se tomaba tiempo de contestar cosas, de bromear, incluso, hasta trolear a otros actores de la política y ese cierto toque de humanidad que tuvieron fue un contacto clave”, declara Garay.
Otro acierto que destaca la académica de la UNAM y experto en Comunicación es el que tuvieron cuando Beatriz Gutiérrez, esposa de AMLO, creó su propio perfil de Twitter. Fue a través de las redes sociales de López Obrador y de Clouthier que avisaron que también Gutierrez entraría al mundo de Twitter y lo hizo con tacto humano.
“Esas creo que fueron como lecturas interesantes que hizo el equipo de campaña para apoyarse en un escenario digital que permitió que muchas personas, seguidoras o no, tuvieran muy visible las propuestas de la campaña, las opiniones, incluso, parte de las críticas que se hacían”, enfatiza Garay.
“La dinámica diferente del manejo de redes fue un asunto central en manos de Clouthier, en donde ella tenía un toque muy humano detrás de ellas”
Los internautas, su gran ejército
Para los expertos, las redes sociales fueron un pequeño reflejo de lo que muchos seguidores de AMLO sentían por él. El candidato generó mucha simpatía, lo que provocó una gran participación orgánica de los usuarios en las plataformas digitales. La gente se sumaba con discursos de distintos tipos, desde el muy formal que trataba de hacerle entender a todos los internautas que las propuestas de López Obrador eran posibles, hasta los que entraban por el lado de la broma jocosa, pero positiva.
“Recordemos todos esos tuits que hablaban del viejito, del cabecita blanca, del cabecita de algodón, pero no en un tono peyorativo, sino en esta parte bondadosa del personaje y también la dinámica de toda la generación de memes, había de todo, unos muy formales, críticos, pero sin ser agresivos, y los otros que eran de mucho discurso de esperanza y cambio. Eso ninguno de los otros candidatos lo logró”, afirma Garay.
Para Yanic Pérez Verti, asesor político de redes sociales, uno de los motivos del triunfo de Andrés Manuel en el mundo digital, fue que los propios internautas, principalmente jóvenes, creaban el contenido, era orgánico, gente que decidía hacer un meme desde su celular y lo publicaba en sus propias redes. Todo ese apoyo social, para el asesor, fue parte de lo que anuló la campaña en contra de AMLO por parte de los otros candidatos.
“Sus contrincantes sacaban un spot que se tardaban años en producir y personas desde su celular podían hacer un meme, publicarlo y tumbarles su spot. Entonces, ellos no podían competir con eso, imagínate toda la lana, el esfuerzo, el tiempo, la producción y una persona desde su casa respondía con un meme, lo publicaba en su muro y lo compartía en grupos de Facebook y tenía mucho éxito, y les anulaba todo el trabajo”, explica Pérez Verti.
Para él, lo destacable del trabajo en redes sociales de la campaña de AMLO no fue la estrategia del equipo, sino la gente que lo apoyaba utilizando sus propios recursos. “No fue una campaña como la de Obama o la de Macron que hicieron en redes sociales, que eran buenas campañas políticas, la de Andrés Manuel fue una buena campaña de la gente que se expresó en redes sociales, no hubo gran estrategia, fue la gente que hizo bien su chamba y colaboró a que ganara”, indica el asesor político.
El humor de los mexicanos desactivó la campaña de miedo y reafirmó las creencias de la población en el candidato de “Juntos Haremos Historia”.
“Luego dicen que está mal ser activista de sillón, activista de Facebook, pero la verdad es que las personas que apoyaron a López Obrador sí fueron activos en redes, compartían, le daban like, comentaban con mayor intensidad que los seguidores de otros partidos”, comenta el asesor.
Los expertos consideran que la gran enseñanza de estas elecciones fue entender que las redes sociales son un factor muy importante en las contiendas y en la vida política de un país porque permiten visibilizar a los actores e identificar sus narrativas, pero aclaran que no son el factor que define unas elecciones, pero sí son un espacio de interacción.