AMLO critica torre que afecta paisaje cultural de Veracruz, mientras que grupos civiles acusan al INAH de omisión

AMLO critica la obra, pero la delegación del Instituto en ese estado dice que no es de su competencia porque no está ni colinda con la Zona de Monumentos Históricos; grupos civiles dicen que el argumento es absurdo y buscan ampararse para que se respeten sus derechos culturales
Abida Ventura Abida Ventura Publicado el
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Grupos civiles defensores del patrimonio histórico de Veracruz acusan al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de no querer intervenir en la construcción de la Torre Arista que afecta el paisaje cultural del Centro Histórico de ese puerto, a pesar de que tanto instancias internacionales, como el presidente Andrés Manuel López Obrador se han pronunciado en contra.

El viernes, durante su conferencia matutina realizada en dicho puerto, el presidente calificó a ese edificio de 24 pisos como un “adefesio” y un monumento al “influyentismo y a la corrupción”, ya que afecta la imagen de “uno de los lugares históricos más importantes de México”. Esta no es la primera vez que el mandatario se expresa en contra de esa construcción.

Sin embargo,  el instituto encargado de proteger el patrimonio histórico de la nación, asegura que no es de su competencia, por lo que no puede proceder para tomar alguna acción legal.

En una carta enviada el 31 de marzo de 2023 a representantes del grupo Civilistas Veracruzanos, el director del INAH Veracruz, José Manuel Bañuelos Ledesma, señala que “el inmueble en cuestión, no es un monumento histórico, no está colindante a monumento histórico y se encuentra fuera de la zona de monumentos históricos de la ciudad de Veracruz, por lo que no es competencia de este instituto”. Esto, según la misiva, basado en los artículos 6 y 44 de  la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Históricos y Artísticos.

Ante esto, el grupo de ciudadanos que ha denunciado el hecho desde 2019 asegura que los argumentos del INAH no tienen fundamento técnico ni legal, además de que violenta sus derechos culturales, por lo que planean interponer un amparo para que el Poder Judicial determine si hay o no competencia del INAH y de la Secretaría de Cultura federal.

“Esta determinación demuestra no solo su incompetencia, se derrotan sin dar la lucha, ya que existen suficientes elementos técnicos y legales para la defensa de los derechos culturales de los mexicanos en el caso de la torre”, dice el grupo en un comunicado de prensa.

Argumentos burdos

Según Daniel Nahmad, antropólogo e investigador del INAH Veracruz,  el propio Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (ICOMOS por sus siglas en inglés), organismo consultivo de la UNESCO, ha dictaminado que el edificio violenta diversos tratados internacionales que, al ser reconocidos por México, tienen carácter de ley suprema, por lo que el gobierno debe intervenir a través de sus institutos competentes.

El investigador asegura que sí hay colindancia con la Zona de Monumentos Históricos. 

“El edificio se encuentra en la colindancia entre el área B y C de la Zona de Monumentos Históricos de Veracruz, el área A y B corresponden al decreto federal; lo que separa a este nuevo edificio del Faro Carranza, que si bien es un edificio del siglo XX, es de gran relevancia histórica, es sólo una calle, la cual hace la colindancia de las dos zonas, el argumento del INAH de la inexistencia de colindancia es muy burdo”
Daniel NahmadInvestigador INAH Veracruz

Además, la torre está construida en terrenos ganados al mar durante las obras de ampliación del puerto realizadas en el siglo XIX. 

“La Ley Federal de Monumentos protege las obras civiles relevantes anteriores al siglo XX y el Puerto de Veracruz es una obra de gran relevancia”, asegura el investigador.

Añade que, al estar construida sobre esos terrenos ganados al mar, la torre pudo haber afectado bienes arqueológicos sumergidos, sin que el INAH supervisara.

Historial de edificios “mochados”

Al condenar la construcción de la torre, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que debería ser “mochada”. Esta no sería la primera vez que un edificio que sobrepasa la altura permitida en el Centro Histórico de Veracruz  se ve obligado a demoler algunos pisos para no afectar el paisaje cultural del puerto.

“El caso más sonado es la sentencia que se obtuvo para el Hotel Imperial, a finales del siglo pasado, en el mero centro de Veracruz, se demolieron 4 o 5 pisos y el helipuerto; el gobierno de Agustín Acosta Lagunes redujo también el Hotel Veracruz y el edificio de Trigueros para integrarlo a la visual”, cita como ejemplos Daniel Nahmad, investigador del INAH Veracruz.

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