Tras la recaudación de un millón de dólares, llevada a cabo por el Fondo Mundial para los Monumentos, se alista la restauración de 15 estructuras que resultaron dañadas tras los sismos del 8 y el 19 de septiembre del año pasado, en la zona arqueológica de Monte Albán, Oaxaca.
De acuerdo con información de la agencia de noticias Notimex, cinco estructuras del sitio presentan daños severos, y requieren apuntalamiento estructural de emergencia para evitar que colapsen.
En los trabajos también intervendrán expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y trabajadores de la zona.
En entrevista con Notimex, Joshua David, presidente y director general del Fondo Mundial para los Monumentos, comentó que “ahora tenemos la oportunidad de salvaguardar uno de los sitios arqueológicos más importantes de México, al tiempo que su comunidad se empiedra”.
Entre los donantes que permitieron obtener los recursos, destacan American Express y el banquero Roberto Hernández Ramírez, y su esposa, Claudia Madrazo de Hernández.
Se prevé que el proyecto de restauración comience en julio, y se prolongue hasta por dos años.
“La idea es reparar el sitio para que recupere su residencia hacia el futuro, para que resista los siguientes terremotos, y no sólo para arreglar un problema visual”, informó Lisa Ackerman, quien funge como vicepresidente ejecutiva del Fondo Mundial para los Monumentos.
Durante los trabajos, la zona arqueológica permanecerá abierta al público.
Monte Albán se encuentra a 8 kilómetros al poniente de la ciudad de Oaxaca de Juárez, y recibe a visitantes los 365 días del año; quienes visitan el sitio deben pagar una cuota de acceso de 70 pesos.
De acuerdo con información del INAH, Monte Albán fue una de las ciudades más importantes de Mesoamérica, y fue la capital de los Zapotecas, desde los inicios de nuestra era hasta el 800 d.c.
El 11 de diciembre de 1987, la UNESCO declaró a Monte Albán, en conjunto con el Centro Histórico de Oaxaca, Patrimonio Cultural de la Humanidad.