El futuro está aquí y la comida lo comprueba. La humanidad todavía no llega al extremo de la película protagonizada por Charlon Heston de 1973 “Cuando el destino nos alcance,” en la que el actor encarnando al Detective Thorn grita desesperado cuando descubre la cruel verdad detrás de la comida procesada denominada Soylent: “¡El Soylent verde es hecho con personas!”.
Aunque nuestro futuro todavía no llega a la distopía, ya existe un caos alimenticio por querer tener cosechas en menos tiempo, pollos más nutridos y con más carne, y lo mismo para los ganados bovinos, porcinos, entre otros.
La empresa estadounidense AquaBounty Technologies la semana pasada emprendió un polémico curso en la industria alimenticia cuando a través de su producto el salmón AquAdvantage se dio a conocer que el pescado de agua fría podía ser alterado su crecimiento de manera genética que no afectase su consumo en la salud humana.
Nadando a contra corriente
La discusión saltó al escándalo de manera casi inmediata, ya que la compañía anunció que el pescado fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés), institución estadounidense que regula los alimentos, drogas y medicamentos al interior del país norteamericano.
La noticia se esparció en Internet y el salmón alterado genéticamente tomó el mote de “Frankenfish”, haciendo alusión al “moderno Prometeo” que creara Mary Shelley en su novela gótica del siglo 19.
Las autoridades insisten en no temer a este pescado ya que la campaña en su contra ha sido sustentada en base al miedo y no en los hechos. Esta es la primera vez que la FDA aprueba el consumo de un animal genéticamente alterado.
¿Más barato por docena?
AquaBounty Technologies ha dejado en claro el proceso por el que pasa el salmón, cuya información está en su sitio web.
Las modificaciones que se le hicieron al pescado fueron para acelerar su crecimiento en un promedio de 16 a 18 meses, en lugar de los tres años que tarda en desarrollarse naturalmente.
El salmón AquAdvantage es un triploide, es decir que cuenta con tres juegos de cromosomas en lugar de dos, para así obtener la aceleración de su crecimiento a través de una sobrevivencia mayor y mejor selección reproductiva artificial.
Aún no se sabe cuándo llegará este salmón a los supermercados, mientras tanto la empresa con sede en Panamá asegura que su comercialización se dará en un futuro no muy lejano.