El curso del mundo puede alterarse en un instante al decidir seguir al conejo blanco. Inspirada en las obras delirantes de Lewis Carroll, la Filarmónica de las Artes y la Compañía de Danza de las Artes presentan Alicia, un espectáculo que promete sumergir a los espectadores en un universo tan mágico y surrealista como aquel alcanzado a través del espejo.
Acompañada por una mezcla musical que incluye a Sergei Prokofiev, Leonard Bernstein y más, Alicia aspira a infundir vida a la danza clásica y contemporánea, desafiando la lógica y la realidad. La obra se exhibirá desde el 27 de octubre hasta el 2 de noviembre en el Centro Universitario Cultural.
La idea de un espectáculo temático relacionado con la fiesta de Halloween surgió el año pasado en la Filarmónica de las Artes, una orquesta con más de 15 años de trayectoria motivada por acercar a más público a la música de cámara.
“El año pasado mandamos a hacer una obra La Bruja y la musicalizamos con música barroca. Funcionó muy bien, aunque es muy raro que mandemos a hacer una obra, lo hicimos, porque tenemos nuestra propia compañía de danza. Fue un éxito total con el público, entonces , como segundo experimento, decidimos hacer Alicia y se prestó para hacer otra obra en donde nosotros escogimos la música” comenta Abraham Vélez, director titular de la Filarmónica.
La música de la presentación reúne a algunos de los compositores más importantes del siglo XX, como Dmitri Shostakovich, Aram Khachaturian o Leonard Bernstein.
”Es muy padre, queda muy ad hoc, haber escogido música de compositores rusos con la suites de jazz y la de variedades de Shostakovich”, comenta el director de la orquesta.
A pesar de la importancia de los nombres detrás de la música, esta no es muy interpretada en el país y esa es una de las principales razones que tuvo Abraham para seleccionarla.
Recuperando a los maestros
“Es música que no se toca. Aquí en México no estaba la música, se tuvo que transcribir, se compró la partitura original y se investigó en otras orquestas que nos dijeron que sí se tocó fue hace mucho tiempo. Es música muy bonita, y no todo es Quinta Sinfonía o Carmina Burana, por lo que hay que ofrecerle al público una buena historia y acompañado de la exploración de nueva música”, apunta el director de la Filarmónica.
Abraham cree que la razón por la que esta música es poco conocida recae en las preferencias personales de quienes lideran las orquestas. Por ello, destaca la importancia de explorar repertorio poco interpretado.
Desde su creación en 2007, la Filarmónica tiene el objetivo de que la gente conozca el repertorio de los grandes compositores, aunque algunos no sean tan reconocidos.
La elección de que las composiciones de estos artistas fueran la pieza central de la obra también se basa en una inclinación personal.
“Yo conocí esta música cuando estaba en la carrera, porque en algún momento se tocó en las bandas sinfónicas, donde es más común. Investigué desde hace mucho tiempo porque la quería hacer, cuando se las presenté al productor y al coreógrafo les gustó mucho la idea, entonces empezamos a juntar a los involucrados”, comenta Abraham.
A pesar que la música proviene de un virtuosismo profundo, la obra no solo se sostiene en ella. El argumento presentado por los coreógrafos y la interpretación de los bailarines complementan un espectáculo que apuesta por traducir la obra de Lewis Carol a códigos diferentes.
“Es música muy divertida, muy profunda también, y son los coreógrafos los que pueden realizar la adaptación”, remata el director de la orquesta.