Algas podrían ayudar contra el virus del COVID-19
Los científicos e investigadores de todo el mundo están ante uno de los mayores retos de los últimos años: enfrentar y aminorar las secuelas que provoca el SARS-CoV-2; desde el IPN ya se trabaja en una forma para fortalecer el sistema inmune a través de los alimentos
Karina CoronaLas vacunas contra el virus SARS-CoV-2 son un elemento muy valioso para proteger a la población, sin embargo, los virus de Ácido Ribonucleico (RNA) mutan muy rápido y surgen nuevas cepas, por lo que existe la posibilidad de que los anticuerpos producidos por estas pudieran ser menos efectivos al enfrentar a las nuevas variantes del virus que vayan surgiendo.
Ante ello, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) estudian y estandarizan las condiciones óptimas para mejorar la producción y calidad de proteínas, en particular las ficocianinas, contenidas en el alga Spirulina (Arthrospira máxima y Arthrospira platensis), con el objeto de adicionarlas en alimentos de consumo cotidiano, ya que poseen propiedades que coadyuvan a fortalecer el sistema inmunológico y podrían constituir un elemento más de protección ante el virus SARS-CoV-2.
El especialista explicó que, de acuerdo con la evidencia científica, las ficocianinas estimulan la producción y actividad de los linfocitos “natural killer” (NK), cuya función es defender al organismo de los virus, ya que matan a las células infectadas por éstos e interrumpen su replicación.
Además, especificó que, aunque la cantidad de células NK en el cuerpo depende de diversos factores, la alimentación es un aspecto que influye para elevar su concentración; uno de los objetivos de la investigación es adicionar las ficocianinas mejoradas en alimentos como la tortilla, ya que de esa manera se pondrían al alcance de la población estos nutrientes, los cuales además poseen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y anticancerígenas.
El científico detalló que en algunos sitios ya se comercializan las ficocianinas, pero muchas veces no tienen la pureza óptima y su precio es muy elevado.
“En el laboratorio cultivamos el alga Spirulina bajo condiciones controladas de composición del medio, temperatura, agitación, tipo y tiempos específicos de iluminación, con el propósito de obtener la mayor cantidad de ficocianinas y de la mejor calidad”, apuntó.
Precisó que para que las ficocianinas tengan las mejores características cualitativas y cuantitativas, de acuerdo con evaluaciones minuciosas, se ajustan los parámetros señalados.
El investigador Luis Huerta González señaló que en el caso de que dichas proteínas se quieran usar para fortificar alimentos que requieren de una cadena de producción (procesos térmicos, almacenamiento y vida en anaquel), existe la posibilidad de encapsular las ficocianinas para que conserven sus características de estabilidad y favorezcan con sus propiedades a los consumidores.
Por último, mencionó que aun cuando en la época prehispánica el alga Spirulina se consumía como parte de la dieta básica, con el tiempo se dejó de utilizar; y actualmente la producción nacional es baja y tiene un costo elevado.