Alerta, no pánico
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre la alarma y el peligro que representa la propagación del virus del zika, el cual está proliferando “de manera explosiva”, según palabras de dicho organismo, lo cierto es que países de América Latina deberían concentrarse en la prevención y no en el pánico.
Ofelia Estrada
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre la alarma y el peligro que representa la propagación del virus del zika, el cual está proliferando “de manera explosiva”, según palabras de dicho organismo, lo cierto es que países de América Latina deberían concentrarse en la prevención y no en el pánico.
En entrevista para Reporte Indigo José Gerardo Velasco, presidente del Comité de Bioseguridad del Centro de investigación y Desarrollo en Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Nuevo León, señaló que se necesita contar con medidas y planes de contingencia para prevenir el virus.
“Una situación muy importante es que la Secretaría de Salud está aplicando insecticidas y lo hace en un programación ya establecida que coincide con los períodos de lluvia”, declaró el especialista.
Y añadió que, además de esto, la población “debe buscar estar educada para que no solo confiemos en que las autoridades pueden prevenir y con eso ya es necesario, también cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de atender nuestro vecindario”.
De acuerdo con el experto, el mosquito transmisor de este virus –Aedes aegypti– es el mismo que transmite el dengue y el chikungunya, enfermedad que durante el 2015 alertó a las instituciones de salud.
“El mosquito transmisor se va a encontrar en cualquier lugar, no importa si son entornos socioeconómicos desfavorecidos o si son colonias de nivel elevado”, agregó Velasco.
“En cualquier recipiente donde se junte agua, de lluvia o de riego, fácilmente la hembra deposita los huevos y se tiene un criadero”, dijo.
En algunas poblaciones de Brasil, por ejemplo, se han utilizado mosquitos transgénicos con el objetivo de combatir el dengue y el zika, no obstante, en nuestro país sería uno de los últimos recursos a aplicar en caso de que la situación se presente de forma similar.
“Antes de anticipar una medida así, se tiene que recurrir a dar el paso de desarrollar vacunas, porque para tratar el dengue hay pero no es de total acceso”, dijo el especialista.
México: ¿en emergencia?
De acuerdo a la Secretaría de Salud, hasta el 8 de enero, se reportaron 15 casos autóctonos y 3 importados de virus zika en México. Siendo los autóctonos 10 en Chiapas, uno en Jalisco y cuatro en Nuevo León.
En el caso de los importados fueron uno en cada uno de los siguientes estados: Nuevo León, Tamaulipas y Querétaro.
La dependencia mencionada agregó que si bien no se trata de una alerta, México está bajo la Declaratoria de Emergencia Epidemiológica por virus Zika. Y subrayó que el país se encuentra preparado para enfrentar este nuevo reto sanitario.
La Secretaría de Salud indicó que “no se han documentado casos de reinfección por Zika, por lo que se considera que la respuesta inmune al virus ofrece protección para toda la vida. Pueden presentarse casos de co-infección por virus zika y dengue o chikungunya en un mismo paciente”.
Brasil: el más afectado
En Colombia y en Brasil se han confirmado 676 y 138 casos de zika, respectivamente. Sin embargo, las autoridades en Brasil informaron sobre 3 mil 893 casos de microcefalia en lo que va del año. Se cree que se deben a un brote causado por la epidemia del zika.
Según la descripción de la Secretaría de Salud, “la microcefalia es una enfermedad neurológica en la que la circunferencia de la cabeza es menor de la media para un bebé de su tamaño o edad”.
“El mosquito ha estado en Brasil por tres décadas y ahora estamos perdiendo terriblemente la batalla contra él”, señaló Marcelo Castro, Ministro de Salud de ese país.
De hecho, la alerta en Brasil es tal que se crearon mosquitos genéticamente modificados para así reducir la proliferación de este animal que propaga el zika y otros virus.
Los machos de esta nueva variedad del Aedes aegypti son modificados para que su descendencia fallezca antes de que llegue a la edad adulta y tenga la posibilidad de reproducirse.
Estos mosquitos modificados fueron desarrollados por la empresa británica Oxitec.
A su vez, la OMS instó a que se tomen precauciones por parte de los participantes y asistentes a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, los cuales se llevarán a cabo en agosto de este año.
Parecidos, pero no iguales
> Los síntomas del zika son similares a los del dengue y el chikungunya por lo tanto la Secretaría de Salud recomienda las mismas medidas preventivas.
> La Secretaría de Salud indicó que si bien no se trata de una alerta, México está bajo la Declaratoria de Emergencia Epidemiológica por virus zika.
> Los síntomas pueden confundirse con los que provoca el dengue y duran entre cuatro y siete días. Su incubación es de máximo 12 días.
> Una de las diferencias entre el zika, el dengue y el chikungunya es el sarpullido que provoca y la aparición –casi– instantánea de conjuntivitis
¿Cómo saber si es zika o no?
Tras la picadura del Aedes aegypti, es difícil saber cuál de los virus que propaga será el que contagiará a la persona.
Sin embargo, es preciso que quien sufra de la picadura, preste atención a las variaciones en los síntomas que presente, así podrá saber con mayor seguridad si se trata de dengue, zika, chikungunya u otro de los virus que transmite este mosquito.
Por ejemplo, el dengue suele provocar fiebre muy alta, el chikungunya causa dolores más intensos en las articulaciones y el zika se distingue por la conjuntivitis y las erupciones en la piel.
Síntomas del zika
Hasta la fecha no hay vacuna para prevenir la enfermedad, ni tratamiento específico para el zika, por ello se recomienda descansar y tomar paracetamol para controlar la fiebre, en caso de ser contagiado, además de seguir las especificaciones del médico. También se debe tomar abundante agua.
Los síntomas de esta enfermedad son fiebre, dolor muscular, en las articulaciones y de cabeza, inflamación en manos y pies, sarpullido y conjuntivitis. En ocasiones se presenta vómito, diarrea, falta de apetito y dolor en el abdomen.