‘Off’ al ser humano
En este espacio hemos aludido a los problemas que conlleva la dependencia a estar conectado las 24 horas del día, los siete días de la semana a los teléfonos inteligentes y/o otros gadgets como laptops y tablets.
El riesgo y los problemas que representa esta dependencia para nuestra salud han llegado al punto en el que las redes sociales –concebidas para que nos conectaran– nos separan, los juegos en línea crean síndromes patológicos y el uso excesivo de los dispositivos tecnológicos nos afectan física, psicológica, mental y anímicamente.
María Alesandra Pámaneshttp://www.youtube.com/watch?v=ciMlBAoiik4
En este espacio hemos aludido a los problemas que conlleva la dependencia a estar conectado las 24 horas del día, los siete días de la semana a los teléfonos inteligentes y/o otros gadgets como laptops y tablets.
El riesgo y los problemas que representa esta dependencia para nuestra salud han llegado al punto en el que las redes sociales –concebidas para que nos conectaran– nos separan, los juegos en línea crean síndromes patológicos y el uso excesivo de los dispositivos tecnológicos nos afectan física, psicológica, mental y anímicamente.
Y es que, en los últimos años, la dependencia a la Red se convirtió en adicción. Las personas (usuarios) viven “en línea” la mayor parte del día y la llamada ciberadicción es un padecimiento que requiere tratamiento y rehabilitación.
Sobre todo porque la cantidad de dispositivos por usuario y el número de internautas aumentan año con año.
Hasta el verano de 2011, se calculó que en nuestro país había 2 millones de adictos a Internet, según la Asociación Psicoanalítica Mexicana.
De acuerdo al estudio más reciente de Hábitos de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), hasta el 2012, había 40 millones de usuarios de Internet en México.
Entre las enfermedades a causa del uso desmedido de gadgets está la privación del sueño que, según expertos de la Clínica Mayo, utilizar el celular y/o tablets antes de irse a dormir afecta los ciclos naturales del sueño. Esto debido a que la exposición a la pantalla del celular, tablet o laptop (incluso en algunos casos a la de la televisión) dos horas antes de irse a la cama, disminuye hasta un 22 por ciento la producción de melatonina, la hormona encargada de regular el ciclo de sueño.
La luz artificial en los dispositivos impide que las personas descansen en las noches, ya que reduce la actividad de las neuronas que producen el sueño, activando las de la vigilia (que nos despiertan).
Otro padecimiento muy común, sobre todo en los usuarios de iPad, es cinetosis, la cual se caracteriza por síntomas como mareo, náusea, vértigo y migrañas. De hecho, Apple tuvo que corregir –y enviar una actualización– del iOS 7, su sistema operativo más reciente, ya que la mayoría se quejó porque la navegación les provocaba cinetosis.
A su vez está el llamado “síndrome de la piel tostada” (o “muslo laptop”), en el que las personas utilizan sus regazos como mesa o soporte para las laptops, lo que deja marcadas las piernas, dadas las altas temperaturas a las que llegan los dispositivos por estar encendidos por tiempo prolongado.
Los hombres son los más afectados por tener la laptop en las piernas, ya que pueden desarrollar hipertermia escrotal. Conforme se calientan los testículos por tener la computadora portátil en las piernas, se puede detener la producción de esperma, incluso este efecto puede durar meses.
Expertos señalan que en el lapso de una hora, la temperatura en los testículos puede aumentar hasta seis grados más de lo normal.
No podía faltar la tendinitis, coloquialmente conocida como “pulgar del texting” (en los 80 y 90 llamado “Nintendoitis”). Expertos en ortopedia aseguran que cada vez son más los casos de personas que sufren inflamación del tendón a causa de los smartphones.
Y qué decir de la “iPosture” (cervicalgia o dolor cervical). Hace menos de 50 años, solo los adultos mayores se quejaban de dolores de espalda y cuello, ahora, según una publicación en New York Magazine, 84 por ciento de los jóvenes, de entre 18 a 24 años, reportó tener problemas de espalda y cuello en lo que va del año 2013. Pero la causa no es la edad o algo similar, sino los más de 8 billones de mensajes de texto que se enviaron a nivel global.
La joroba que tienen algunos internautas (adictos a la Red), no se debe a herencia genética o mala postura exclusivamente, sino a que no levantan la mirada de la pantalla de los gadgets.
Y en términos psicológicos, la dependencia a los dispositivos tecnológicos es un factor que aumenta los niveles de estrés y ansiedad, pues el “Internet Addiction Disorder” (Desorden de adicción a Internet) ya forma parte del “Manual de Diagnóstico y Estadísticas de los Desórdenes Mentales” (DSM, en inglés), que es un catálogo de trastornos mentales y conductuales.
Por otro lado, la ansiedad puede ser provocada si la persona padece Fear of Missing Out (FOMO) o el “miedo a quedar fuera”. Según la agencia JWT, tres de cada 10 personas (que tienen entre 13 y 34 años) ha experimentado FOMO.
Desconectarse… para conectarse
En el verano de 2012, en este espacio aludimos a una plática de Joe Kraus, un socio de Google Ventures, quien asegura que la dependencia a los gadgets nos ha llevado a crear e impulsar “una cultura de la distracción en donde cada vez más nos desconectamos de las personas y acontecimientos a nuestro alrededor, y cada vez más somos incapaces de participar con un pensamiento de fondo. La gente ahora se siente ansiosa cuando sus cerebros no son estimulados”.
Esta semana, Tom Chatfield, de BBC Future, recomienda algunos pasos para evitar que el smartphone domine nuestra vida, entre ellos destaca que tomarse un día libre del celular, evitar ser lo que Chatfield llama “buscatodo”, es decir, dejarse llevar por la casualidad y no por la necesidad de buscarlo todo en la Web.
También, dejar a un lado el “phubbing”, que es “desairar a otras personas haciendo caso omiso de ellas, por prestarle toda la atención a su teléfono móvil”, según describió Tom, así que “los codos y los celulares fuera de la mesa”.