De acuerdo con un estudio realizado por Salud Pública de Inglaterra (PHE), las personas que enfermaron y se recuperaron de COVID-19 adquirieron una inmunidad similar a la de quienes fueron vacunados contra el nuevo virus, es decir cinco meses.
Y es que de acuerdo con PHE, los pacientes recuperados conservan la misma protección frente a futuras reinfecciones que aquellos que reciben la vacuna, lo que significa un 83 por ciento de inmunidad contra una reinfección.
Las conclusiones se dieron luego de analizar más de 20 mil trabajadores de la salud, entre 35 y 54 años, de quienes también se determinó que si bien es poco probable que recaigan sí podrían contagiar a otras personas.
Susan Hopkins, asesora médica de PHE, declaró al periódico “The Guardian” que se reclutó a trabajadores de la salud de diferentes hospitales de Reino Unido y se les dividió en dos grupos: aquellos que tuvieron COVID-19 y aquellos que aún no.
Entre junio y noviembre los participantes se sometieron a exámenes para detectar el virus cada 15 días y a exámenes mensuales para examinar los niveles de anticuerpos en la sangre.
Es una buena noticia, porque permite a las personas que ya lo contrajeron protegerse de futuras infecciones, pero al mismo tiempo no es una protección completa, es por eso que aún necesitan ser cuidadosos cuando estén afuera
Por cinco meses se monitorearon los niveles de infección y descubrieron 44 potenciales reinfecciones, incluyendo 13 asintomáticos dentro de los 6 mil 014 casos de quienes pensaron haber tenido COVID-19 antes, y 318 casos entre los 14 mil 173 que no tenían evidencia de haber tenido el virus.
“La inmunidad te da un efecto similar al de la vacuna de Pfizer y un mucho mejor efecto que la vacuna de AstraZeneca y esto es reconfortante para las personas, pero aún vemos que las personas con inmunidad aún pueden trasmitir el virus, por ello hay que ser precavidos”, concluyó.
